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INVESTIGACION

 

Evaluación de trastornos de ansiedad: diferenciación en los tres sistemas de respuesta y áreas situacionales
Assessing Anxiety Disorders: Three response systems and situational areas

 

Francisco Javier ESPADA, (*) Pedro TORRES (*), Antonio CANO VINDEL(**), Elena F. L. OCHOA (***)


RESUMEN

ABSTRACT

PALABRAS CLAVE

KEY WORDS

INTRODUCCION

OBJETIVOS

METODO

RESULTADOS

CONCLUSIONES

REFERENCIAS


RESUMEN

En estudios anteriores (Espada et al, 1992, Cano-Vindel y Miguel- Tobal, 1993) se han encontrado perfiles diferenciales en las manifestaciones de ansiedad al evaluar sujetos que presentaban distintos trastornos de ansiedad. En el presente estudio pretendemos confirmar los perfiles encontrados empleando la misma metodología, que consiste en evaluar una muestra formada por dos grupos clínicos (trastorno por ansiedad generalizada y trastorno por angustia con agorafobia) y un grupo control mediante el Inventario de Situaciones y Respuestas de Ansiedad (ISRA; Miguel-Tobal y Cano-Vindel, 1986 y 1988). Se realizan y discuten los resultados de los grupos que forman la muestra en las variables evaluados por el ISRA,


(*) Centro Clínico Alberto Bosch. C/ Alberlo Bosch, 12 - 28014 Madrid. Tel 420 33 36 - Fax: 420 14 62
(**) Departamento de Psicología Básica II (Procesos Cognitivos). Facultad de Psicología. Universidad Complutense de Madrid.
(***) Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos (Psicología Clínica), Universidad Complutense de Madrid.


ABSTRACT

Previous studies (Espada & col., 1992; Cano-Vindel & Miguel-Tobal, 7993) have showed different anxiety responses profiles when several anxiety disorders were assessed. In the current study, using the same methodology we have tried to confirm thoses differential profiles. Two clinic groups (generalized anxiety disorder and panic disorder with agoraphobia) and a control group (without disorders) were tested with «Inventario de Situaciones y Respuestas de Ansiedad» (ISRA; Miguel-Tobal & Cano-Vindel, 1986 and 1988). ISRA results are discussed and some thoughts are stressed.

PALABRAS CLAVE

Evaluación, Ansiedad, Agorafobia, ISRA

KEY WORDS

Assessment, Ansiety, Agoraphobia, ISRA.

INTRODUCCION

Dentro de la población de pacientes con trastornos de ansiedad encontramos dos trastornos que acaparan buena parte de la misma: son el trastorno por ansiedad generalizada y el trastorno por angustia con agorafobia.

El término agorafobia se refiere a un trastorno en el cual la principal característica es un ataque de ansiedad o ataque de pánico en una gran variedad de lugares y situaciones. Esto va a producir un «miedo al miedo», provocando en el individuo una ansiedad severa y evitación fóbica que caracterizan el trastorno (Michelson, 1987; Emmelkamp, 1988).

Los individuos que sufren un trastorno por ansiedad generalizada experimentan una ansiedad crónica y persistente a lo largo del tiempo y de las situaciones. Lo que diferencia el trastorno por ansiedad generalizada del resto de los trastornos de ansiedad es que en el primero no existen estímulos claros que eliciten la respuesta de ansiedad, y, además, tampoco existe una Conducta clara de escape o evitación característico de las fobias (Deffenbacher y Suinn, 1987).

Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto y, en general, la literatura existente acerca de los trastornos de ansiedad, podemos encontrar que la diferencia más significativa entre el trastorno por angustia con agorafobia y el trastorno por ansiedad generalizada sería la ansiedad fóbica y las conductas de escape y evitación que se dan en el primero frente a una ansiedad que no viene elicitada por estímulos claros, que se produce en el segundo.

OBJETIVOS

El presente estudio tiene como marco una línea de investigación (Cano-Vindel y Miguel-Tobal, 1990a y 1990b; Espada, García, Cano Vindel, Ochoa, Uncal, 1992; Cano-Vindel y Miguel-Tobal, 1993) dirigida a la detección de perfiles diferenciales de ansiedad en distintos trastornos psicopatológicos desde el enfoque tridimensional de las respuestas de ansiedad y teniendo en cuenta dicha reactividad ante áreas situacionales específicas.

Con el presente estudio hemos pretendido confirmar los resultados obtenidos en trabajos anteriores, que han tenido como objetivo detectar perfiles diferenciales de ansiedad que caractericen a los distintos trastornos psicopatológicos. Concretamente, con nuestro trabajo pretendemos contrastar, y en su caso confirmar, los resultados obtenidos en el estudio llevado a cabo por Espada et al, (1992). En dicho trabajo se comparaba una muestra formada por dos grupos clínicos: trastorno por ansiedad generalizada y trastorno por angustia con agorafobia, y un grupo control que no padecían ningún trastorno psicopatológico. Dicha muestra fue evaluada mediante el Inventario de Situaciones y Respuestas de Ansiedad (ISRA, Miguel-Tobal y Cano Vindel, 1986 y 1988), y de los resultados de dicha evaluación se concluyó que existían diferencias estadísticamente significativas entre ambos trastornos en las variables de reactividad cognitiva (p<0.05) y ansiedad ante situaciones fóbicas (p<0.01), estableciéndose perfiles diferenciales para cada uno de los grupos clínicos evaluados.

METODO

Se ha aplicado el mismo método que se llevó a cabo en el estudio con el que se quieren contrastar los resultados (Espada et al., 1992). Es decir, se ha aplicado el ISRA, tomando en cuenta las ocho variables que evalúa dicho instrumento: reactividad cognitiva, fisiológica y motora; nivel general de ansiedad, ansiedad ante situaciones de evaluación, ansiedad ante situaciones de interacción social, ansiedad ante situaciones fóbicas y ansiedad ante situaciones habituales.

La muestra, en el presente estudio, está formado por 70 sujetos, de los cuales 14 estaban diagnosticados de trastorno por angustia con agorafobia, 14 de trastorno por ansiedad generalizado y 42 formaban un grupo control de población normal. Es importante tener en cuenta que, respecto a los grupos clínicos, de los sujetos diagnosticados de trastorno por angustia con agorafobia, 8 formaban parte de la muestra utilizada en el estudio con el que queremos contrastar los resultados, y de los sujetos diagnosticados de trastorno por ansiedad generalizado, la mitad formaban parte de la muestra utilizado en el trabajo anterior. Los grupos que forman la muestra están equiparados en la variable sexo, y en la variable edad no se han encontrado diferencias estadísticamente significativas. Finalmente, señalar que los criterios de selección de la muestra fueron los del DSM-III R (APA, 1987)

RESULTADOS

Los resultados de las medias y las desviaciones típicas para la muestra formada por los grupos clínicos y el grupo control pueden apreciarse en la tabla 1.

Para estudiar las diferencias entre los tres grupos en las ocho variables evaluadas, se realizaron las siguientes pruebas estadísticas: prueba de t, corrección de Bonferroni sobre la prueba de t (por tratarse de más de dos grupos), y la prueba no paramétrica de Mann-Whitney (por tratarse de grupos pequeños).

En la tabla 2 se representa la significación estadística entre cada uno de los grupos que forman la muestra, en las variables evaluadas: nivel general de ansiedad (NGA); reactividad cognitivo (COG.), fisiológica (FIS) y motora (MOT); ansiedad ante situaciones de evaluación (F1), ansiedad ante situaciones de interacción social (F2), ansiedad ante situaciones fóbicas (F3) y ansiedad ante situaciones habituales (F4). Como podemos apreciar, no existen grandes diferencias entre los resultados que aportan las pruebas mencionados. Por tanto, expondremos los resultados refiriéndonos a la prueba de Bonferroni. Comentaremos brevemente los resultados más importantes.

Respecto al Nivel General de Ansiedad (NGA), las diferencias entre cada uno de los grupos clínicos y el grupo control son significativas, con un error inferior al 1 por 1.000 (p<0.01), mientras que entre los grupos clínicos no existen diferencias estadísticamente significativas. Este último dato es de gran importancia, y así lo exponemos posteriormente en las conclusiones.

En cuanto a la variable de Reactividad Cognitiva (COG) las diferencias son significativas, con un error inferior al 1 por 1.000 entre cada uno de los grupos clínicos y el grupo control. Entre los grupos clínicos se establecen diferencias estadísticamente significativas, con un error inferior al 5 por 100 (p<0.05)

En la variable de Ansiedad ante situaciones fóbicas (F3), encontramos diferencias estadísticamente significativas entre todos los grupos que forman la muestra: entre el grupo diagnosticado de trastorno por angustia con agorafobia y el grupo control el error es inferior al 1 por 1.000 (p<0.01); entre el grupo diagnosticado de ansiedad generalizada y el grupo control, el error es inferior al 1 por 100 (p<0.1). Entre los grupos clínicos, las diferencias se establecen con un error inferior al 1 por 1.000 (p<0,01).

Finalmente hemos de señalar que en el resto de las variables evaluadas no se han encontrado diferencias significativas entre los grupos clínicos (trastorno por ansiedad generalizada y trastorno por angustia con agorafobia), y que en todas ellas las diferencias han sido significativas entre cada uno de los grupos clínicos y el grupo de control, con un error que varía, según a la variable a la que nos refiramos, entre p<0,1 y p<0,01.

Una vez comentados los resultados del análisis estadístico de los datos obtenidos en la evaluación, vamos a comentar cuál es el resultado del estudio de los perfiles de ansiedad para cada uno de los grupos. Con el fin de clarificar las diferencias encontradas hemos llevado a cabo una representación gráfica de cada uno de los grupos en cada una de los variables evaluadas que conforman los posibles perfiles; es decir, un perfil de reactividad (cognitivo, fisiológica y motora), y un perfil en el que se presentan los áreas situacionales evaluados y que describíamos anteriormente.

Para desarrollar dicha representación gráfica se ha tomado la media a partir de la puntuación directa de cada grupo en cada una de los variables, y dicha media se ha convertido en puntuaciones centiles, según los baremos que establece el ISRA para muestras clínicas.

Como podemos apreciar en la figura 1, en la que aparecen los perfiles de los tres grupos que conforman la muestra, respecto a las variables de reactividad cognitiva, fisiológica y motora, encontramos un perfil para el grupo de sujetos diagnosticados de trastorno por angustia con agorafobia que se caracteriza por una elevada reactividad cognitiva respecto a la reactividad fisiológica y motora. El grupo de sujetos diagnosticados de trastorno por ansiedad generalizada se caracteriza por presentar una elevada reactividad motora ligeramente superior a la reactividad fisiológica, y ambas muy por encima de la reactividad cognitiva. Finalmente, el grupo control se caracteriza, como era de esperar, por una mínima reactividad en los tres sistemas de respuesta.

En cuanto a los perfiles de los tres grupos en las variables que evalúan las diferentes áreas situacionales específicas (fig. 2), encontramos que el grupo control sigue distinguiéndose por un perfil que evidencia ausencia o mínimo presencia de ansiedad.

Por lo que se refiere a los grupos clínicos, éstos presentan como diferencia característica una marcado elevación del perfil del grupo de sujetos diagnosticados de trastorno por angustia con agorafobia en la variable F3 (ansiedad ante situaciones fóbicas) frente a un marcado descenso del perfil del grupo de sujetos diagnosticados de trastorno por ansiedad generalizada en la misma variable.

Como señalábamos anteriormente, el objetivo del presente estudio es confirmar los resultados y perfiles obtenidos en un trabajo precedente (Espada et. al., 1992), para lo cual hemos comparado los perfiles que se obtuvieron en dicho estudio con los que hemos obtenido en la actualidad y que acabamos de describir.

En la figura 3 se comparan ambos estudios, siendo el Estudio 1 el precedente y el Estudio 2 el que presentamos en la actualidad. Los perfiles que se obtienen a nivel de reactividad cognitiva, fisiológica y motora son de características similares, confirmándose un perfil eminentemente cognitivo para el grupo de sujetos diagnosticados de trastorno por angustia con agorafobia, y un perfil fundamentalmente motor para el grupo de sujetos diagnosticados de trastorno por ansiedad generalizada. Además, cabe añadir que ambos grupos clínicos, en los dos estudios, difieren significativamente cuando los comparamos en la variable de reactividad cognitiva.

Cuando comparamos ambos estudios en las variables que evalúan las áreas situacionales (figura 4), obtenemos resultados muy parecidos a los que acabamos de describir. Los perfiles que se obtienen en ambos estudios son de características muy similares, confirmándose un perfil que se eleva de forma marcada en la variable F3 (ansiedad ante situaciones fóbicas) para el grupo de sujetos diagnosticado de trastorno por angustia con agorafobia, presentando en esta mismo variable un descenso muy significativo el grupo de sujetos diagnosticado de trastorno por ansiedad generalizado.

Puesto que la muestra utilizado para el presente estudio estaba parcialmente integrada por sujetos que formaban la muestra del estudio precedente, hemos representado gráficamente los perfiles resultantes de comparar la muestra del estudio precedente con la muestra seleccionado para el presente estudio, en la que se han excluido aquellos sujetos que se repetían en ambas.

Como podemos observar en las figuras 5 y 6, los perfiles de reactividad y de los áreas situacionales que se obtienen presentan las mismos características que los anteriormente señalados al comparar los estudios.

CONCLUSIONES

Con el trabajo actual se confirman los resultados obtenidos en un estudio precedente (Espada et al., 1992). Es decir, se establecen diferencias estadísticamente significativas en los variables de reactividad cognitiva y de ansiedad ante situaciones fóbicas entre dos grupos clínicos cuyos sujetos fueron diagnosticados de trastorno por angustia con agorafobia y trastorno por ansiedad generalizada siguiendo los criterios del DSM-III-R (APA, 1987), y se obtienen perfiles diferenciales de ansiedad entre dichos grupos clínicos. De estas conclusiones generales se pueden extraer los siguientes de forma detallada:

1. Existen diferencias estadísticamente significativas entre dos grupos de sujetos diagnosticados de trastorno por ansiedad generalizada y trastorno por angustia con agorafobia en las variables de reactividad cognitiva (p<0.05) y ansiedad ante situaciones fóbicas (p<0.001).

2. No existen diferencias estadísticas entre ambos grupos clínicos al evaluar el nivel general de ansiedad.

3. De las dos conclusiones precedentes se deriva la importancia de llevar a cabo una evaluación de la ansiedad desde el enfoque tridimensional de las respuestas de ansiedad, y en función de áreas situacionales específicas, pues, como hemos podido comprobar, entre dos grupos clínicos que no difieren respecto al nivel general de ansiedad, sí se establecen diferencias significativas a nivel de sistemas de respuesta y áreas situacionales específicas.

4. Respecto al grupo de sujetos diagnosticados de trastorno por angustia con agorafobia se establece un perfil de reactividad claramente cognitivo y un perfil a nivel situacional claramente fóbico.

5. Respecto al grupo de sujetos diagnosticados de trastorno por ansiedad generalizada, se establece un perfil, según el triple sistema de respuestas, que se caracteriza por una reactividad motora ligeramente superior a la fisiológica, y estas dos, muy por encima de la reactividad cognitiva. A nivel situacional, el perfil que se evidencia es de un nivel de ansiedad uniforme frente a las distintas áreas situacionales, excepto en las situaciones típicamente fóbicas, que existe un pronunciado descenso.

6. Teniendo en cuenta las conclusiones expresadas anteriormente, las diferencias fundamentales entre los grupos clínicos evaluados son: a) el grupo de sujetos diagnosticados de trastorno por ansiedad generalizada se caracteriza por la presencia de respuestas de ansiedad ante situaciones que no vienen provocadas por estímulos típicamente fóbicos o elicitados por estímulos fácilmente identificables. Estos resultados son congruentes con los criterios de diagnóstico del DSM-III-R (APA, 1987) y con la literatura revisada (Deffenbacher y Suinn, 1987), y el grupo de sujetos diagnosticados de trastorno por angustia con agorafobia, además de caracterizarse, como cabía de esperar por presentar ansiedad ante situaciones típicamente fóbicas, se caracteriza frente al grupo de sujetos diagnosticados de trastorno por ansiedad generalizado< por una reactividad cognitivo significativamente mayor.

REFERENCIAS