DOSSIER 

La intervención psicosocial.

El psicólogo de la comunidad


Psychological Intervention.

Community psychologist

 

José M.ª RUEDA PALENZUELA

Vicedecano C.O.P.C. Cap del Servei de Serveis Socials de la Diputació de Barcelona


RESUMEN

PALABRAS CLAVE

SUMMARY

KEY WORDS

EL PROCESO-PROBLEMA SOCIAL

LA INTERVENCION PSICOSOCIAL

GLOBALIZACION Y PARCIALIZACION DE I.A INTERVENCION PSICO-SOCIAL

EL PSICOLOGO DE LA COMUNIDAD: UNO Y MULTIPLES ROLES


RESUMEN

El lugar de trabajo es la comunidad. De la comunidad priorizamos aquellos emergentes que llamamos problemas sociales. Todo problema es un proceso social en el cual podemos identificar diversos componentes o fuerzas que interactúan dialécticamente manteniendo el proceso. Las diferentes modalidades de actuación han tomado como eje de actuación uno de sus componentes o fuerzas. Una de estas modalidades es la intervención psicosocial que tiene sus características metodológicas. El psicólogo ha acumulado suficiente experiencia con esa metodología, como para poderse autotitular psicólogo de la comunidad.

 

PALABRAS CLAVE

Proceso problema social. Condiciones objetivas, subjetivas, particulares. Situación. Posición. Acción administrativa social educativa terapeútica. Intervención psicosocial. Proyecto. El psicólogo de la comunidad.

 

SUMMARY

His or her place of work is the Community. From the Community, we prioritize those situations that we call social problems. Every problem is a process where we can identify several elements or powers that interact in a dialectical way to maintain this process. The different acting modalities have choosen as acting axis one of the elements or powers. One of these modalities is the psychosocial intervention with its own methodological characteristics. The psychologist has gathered enough experience with these methods to be able to call himself or herseff social psychologist.

 

KEY WORDS

 Social problem process. Objective. Subjective and individual conditions. Situation. Social Educational. Therapeutical and administrational action. Psychosocial intervention. Project (plan). Social Psychologist.


EL PROCESO-PROBLEMA SOCIAL

El campo de trabajo es la comunidad. Y de la comunidad, nos interesan los emergentes que podemos considerarlos como procesos-problema.

La literatura y la experiencia nos enseña que todo proceso- problema está formado por diversas fuerzas en continua dialéctica que son las que actúan como mantenedoras, superadoras o degradadoras de dicho proceso-problema.

Tradicionalmente se agrupan en condiciones objetivas y condiciones subjetivas. Actualmente, nosotros, a partir de las aportaciones de la psicología social podemos subdividir esas condiciones subjetivas y podemos añadir el papel que en el proceso-problema juega el individuo.

Por condiciones objetivas entendemos el factor o conjunto de factores, no atribuibles ni a los sujetos ni a su comportamiento colectivo, y que actúan facilitando o dificultando las conductas características del proceso problema, con el que nos enfrentamos. Mas operativamente, podemos considerar como condiciones objetivas: el espacio físico-natural, el nicho ecológico, el urbanismo, la vivienda, todos los sistemas sociales que se nutren de clientes, las leyes, la organización, las normas, etc.- (Algunas de estas condiciones objetivas son próximas al proceso-problema y otras son remotas, actúan sobre las condiciones objetivas próximas).

Los especialistas saben que, para explicar e intervenir en un proceso-problema, además de las condiciones objetivas, hemos de tener en cuenta las condiciones subjetivas.

Las condiciones subjetivas son el factor o el conjunto de factores que definen y caracterizan al proceso-problema y que son atribuibles al comportamiento colectivo de las personas que están comprendidas en él. Las condiciones subjetivas pueden subdividirse -en dos grandes componentes: LA SITUACION y LA POSICION.

Entendemos por SITUACION, la cultura de lo social, la estructura de comportamientos creados y fijados por el colectivo de personas como sistema adaptativo entre las condiciones objetivas y sus necesidades. Una vez establecida la cultura de lo social, se tiende a mantener y a transmitir de los viejos a los jóvenes, de los antiguos a los nuevos como sistema normal de comportamiento, la cultura de lo social sirve de guía de lo que se debe hacer y cómo se debe hacer, reduciendo el campo de posibilidades conductuales a los marcos o estructuras fijadas. Esta reducción no es absoluta, de hecho, existirán unos patrones dominantes y otros que siendo variaciones del mismo, pueden considerarse como alternativos.

Operativamente la situación puede entenderse como las costumbres, el comportamiento cotidiano, los ritos colectivos, las conductas sociales aceptadas, las expectativas de actuación que tenemos sobre el otro como adecuadas a la interacción, etc. Una vez establecida la cultura de lo social, propia de la situación, ésta actúa como mantenedora del proceso-problema.

La POSICION, por diferencia a la situación, hace referencia a las ideologías, a las explicaciones compartidas, a los sistemas de regulación informativos que tiene el colectivo de personas que están comprendidas en la situación.

Su origen remoto está basado in las experiencias de los individuos, su origen próximo se basa en la capacidad colectiva de establecer un discurso que sirva para explicar la situación y, así, poder mantenerla o transformarla. El origen individual y la capacidad de crear explicaciones, hace que, en cualquier problema-proceso exista una posición dominante y posiciones alternativas y que existan posiciones fuertemente elaboradas y formalizadas y posiciones incipientes que apenas tienen formalización. Ello nos hace mantener la idea de que no hay una relación de causa y efecto entre situación y posición. A una misma situación existen posiciones diferenciadas, alternativas y contradictorias. Una misma posición puede tener también como referente situaciones diferenciadas.

Simplificando y como imagen, la situación opera como significante y la posición, siendo arbitraria la relación entre ambas.

El discurso tradicional se paraba aquí, hoy incluimos el individuo como persona, como uno de los factores que incide en el proceso-problema. La cantidad y la calidad de los sujetos que existen en una situación problema son origen de degradación, mantenimiento o resolución del mismo, sin tener que participar necesariamente ni en la situación ni en la posición, basta simplemente el desplazarse del mismo o el adquirir individualmente posición y cultura de lo social alternativo. Es el viejo problema del desclasamiento social o el de contextualización de los individuos en escenarios de convivencia alternativos al de su lugar de origen.

Si no queremos recurrir al desclasamiento ni a la descontextualización, hemos de considerar que cada uno de los individuos personas que están en el problema tienen una potencia de enfrentamiento al mismo. Potencia constituida por su experiencia, capacidades y habilidades adquiridas. Este tener una potencia ya nos plantea una primera cuestión ¿es suficiente?. Pero dado que el individuo está dentro de una situación-posición, hay otra pregunta más pertinente. ¿Qué proporción de potencia utiliza el individuo (de la que tiene), para resolver el proceso-problema?. Hablaremos de COHERENCIA del individuo con el proceso-problema, cuando nuestra respuesta es toda o la máxima de que dispone y, de coherencia, cuando no sea así; hablaremos de POTENCIA INSUFICIENTE cuando la que dispone no sea suficiente y de POTENCIA MAL UTILIZADA cuando no usa la que dispone.

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Hasta ahora hemos analizado los componentes básicos del proceso-problema y que son de interés y de estudio para el profesional, para el psicólogo que quiera actuar en la comunidad. Estos componentes básicos son las entradas clásicas de la acción en el proceso-problema: cada una de estas entradas ha generado unas metodologías adecuadas y una riqueza muy importantes de experiencias.

Las condiciones objetivas han generado todas o casi toda la acción que podemos denominar administrativa o actuación basada en normas que dispone objetivos, recursos, etc. La situación ha creado una pluralidad de actuaciones que van, desde la animación a la animación sociocultural a la acción social, etc., a partir del estudio del problema y establecer acciones resolutivas. La posición ha elaborado, a su vez, también diversas metodologías de acción desde las puramente informativas a las formativas hasta las educativas.

Lo mismo podemos decir del problema de la coherencia que desde la perspectiva de terapia social ha establecido aprendizajes, desarrollo de habilidades sociales, reeducaciones, etcétera.

 

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 Cualquiera de estas acciones-método que hemos señalado para poder incidir realmente en el proceso-problema, tiene que ser de una cantidad y de una cualidad suficiente como para que habiendo trastocado la dimensión en la que operan, exigen que todas las demás se redefinan. Esto es posible pero costoso. No toda acción lo consigue. Ello genera en los diversos profesionales, conciencia de Emite en la comprensión del problema y límite en el poder de resolución de que dispone. Es necesario comprender más y mejor cómo actúa el proceso-problema y es necesario dotarlo de otras metodologías sin necesariamente abandonar ni las expuestas.

Vamos a pasar de la acción a la intervención.

En la comunidad, actualmente inciden tres grandes sistemas de intervención, según vengan orientados desde las ciencias socio-económicas, de las ciencias psico-sociales, de las ciencias de la salud o bio-psicológicas.

El primero de estos sistemas de intervención que lo vamos a denominar socialsociológica de acuerdo con nuestro sistema de análisis, trabaja con las dimensiones que hemos llamado condiciones objetivas y la situación, se plantea el problema del poder exterior o presión social que impide que los colectivos humanos desarrollen alternativas a los procesos-problema.

Para ello establece que la situación actúe como una condición objetiva, exterior a los sujetos una vez establecido, y que forma, o un contínuo con las verdaderas condiciones objetivas o una fractura. El profesional que va a intervenir se plantea, o cerrar o ensanchar la fractura, o mantener el continuo o provocar una fractura entre condiciones objetivas y situación. Esta metodología de intervención social-sociológica, ha desarrollado con éxito las intervenciones social-urbanas en barrios degradados, los planes integrales en zonas marginadas, el desarrollo comunitario, etc.

El segundo de los grandes sistemas que vamos a considerar, lo vamos a denominar intervención psico-social. A este sistema no le preocupa el problema social, sino la capacidad del colectivo humano para resolverlo, trabaja con el poder interno que dispone el grupo social. Para ello, relaciona la SITUACION y la POSICION estableciendo que a un proceso-problema le corresponde una situación-posición dominante y que, si el colectivo es capaz de defender una situación-posición alternativa, el proceso problema cambiará.

Esta intervención ha generado experiencias directamente en la comunidad, mediante la creación y desarrollo de alternativas sociales, prostitución, delincuencia, provocación social, superación de la marginación, prevención de la drogadicción, liberación sexual, la igualdad de derechos, pacifismo, etc., y también, en el campo institucional, mediante técnicas de análisis institucional, consultorías, etc.

El tercero de los grandes sistemas de intervención en la comunidad, es la intervención bio-psicológica (o actuación en la serie). Establece la relación entre los posicionamientos de un colectivo y la coherencia de los que podríamos inscribir en él. La intervención se dirige a IMPLICAR más y mejor a individuos en los posicionamientos alternativos. Esta modalidad interventiva está detrás de la educación comunitaria de la salud, o de las diversas actuaciones en la comunidad que toman al sujeto como unidad de trabajo.

Ahora podemos plantearnos el problema de la INTERDISCIPLINARIEDAD en el proceso-problema La intervención será interdisciplinar, cuando en el mismo proceso-problema seamos capaces de diferenciar más de un objetivo de trabajo (presión social, poder interior, implicación), seamos capaces de aportar mas de un sistema de intervención (intervención socialsociológica, intervención psico-social, intervención bio-psicológica) y, sobre todo, seamos capaces de mantener la globabilidad del problema y, a partir de aquí, ordenar las actuaciones como si de un contra-proceso-problema se tratara. No mantener estas premisas, aunque encontremos psicólogos, sociólogos, asistentes sociales, etc., trabajando en un problema, sólo nos permitiría hablar de MULTIPROFESIONALIDAD, pero no de INTERDISCIPLINARIDAD.

 

LA INTERVENCION PSICOSOCIAL

Vamos ahora a centrarnos en la Intervención psicosocial. Creemos que ésta es la aportación que hace la psicología de los comportamientos colectivos al trabajo, en el bienestar social y en la calidad y cualidad de vida. También creemos que es la aportación que teórica y prácticamente hace el psicólogo de la comunidad.

Los psicólogos no somos ni técnicos en el trabajo social ni técnicos en la educación social, pero somos técnicos en la intervención psico-social. Esta es nuestra aportación específica y diferenciada en la interdisciplinaridad.

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La intervención psico-social, es una intervención globalizadora en el problema social que, asumiendo como eje de su actuación, el texto o comportamiento colectivo de los afectados, se propone como objetivo, desarrollar el poder suficiente para que éstos puedan manejar el problema social.

La intervención psico-social relaciona siempre dos frentes dialécticos: el de la SITUACION y el de la POSICION, estableciendo como hipótesis que, la POSICION debe regular a la SITUACION. En toda situación hay una posición dominante que ahora enfrentaremos con la posición alternativa o instituyente del cambio.

La intervención psico-social, cuando se transforma en estrategia de actuación, dispone de los medios necesarios para que el posicionamiento alternativo pueda desarrollarse, pueda fortalecerse y pueda manejar el proceso de cambio. Para hacerlo, diferencia las estrategias de ajuste de conocimiento del problema, por parte del profesional, de las estrategias dirigidas al desarrollo y potenciación de la posición alternativa. Estas estrategias están referidas al problema social.

La intervención psico-social está legitimada por darse dentro de una organización que dispone de esa competencia. No es el profesional el que tiene la legitimidad para actuar, es la organización. El profesional es el medio para hacerlo. Ello conlleva dos nuevas estrategias que están siempre en la intervención psico-social, la del ENCARGO y la de DEVOLUCION. Estas estrategias no nacen del problema sino de la consideración ética y moral de quien está capacitado para intervenir.

La intervención psico-social, desde una perspectiva operativa y descriptiva, se compone de cinco estrategias, con fines, metodologías y sistemas de valoración propios para cada una de ellas. 

Estrategia del ENCARGO. Estrategia de AJUSTAMIENTO o CONOCIMIENTO REAL DEL PROBLEMA. Estrategia del CAMBIO DE POSICION. Estrategia del CAMBIO DE SITUACION. Estrategia de la DEVOLUCION.

La estrategia del ENCARGO. El encargo es el acto por el cual una competencia que es propia de la organización, pasa a ser delegada y ejercida por el profesional. El encargo es el acto por el que el poder político pasa a poder técnico. El encargo es el acto por el cual el poder técnico comunica al poder político si puede, si tiene capacidad para operativizar y tener éxito en lo que propone.

 El encargo es una estrategia que se centra en el encuentro de dos poderes, el político (representativo del colectivo como adecuado para hacer que las competencias de la organización se realicen), y el técnico (formación adecuada y seleccionado como idóneo por un sistema de oposiciones, para traducir en términos operativos y de eficacia lo que propone el político). El encargo es, pues, una estrategia de negociación entre poderes distintos, el poder político y el poder técnico, la necesidad real de la intervención de la comunidad y el uso de la competencia que la organización dispone.

El encargo no es una orden. Debe ser explicitado, analizado, medido en su oportunidad, idoneidad, realidad, etc., para después operativizarlo técnicamente.

La estrategia del AJUSTE o de CONOCIMIENTO. No hay procesos-problemas sociales tipos. No los hay que se comporten igual. La estrategia de AJUSTE es la estrategia que establece el profesional para conocer, tanto la situación o cultura de lo social, como las posiciones existentes, conectando con las personas y los colectivos que sostienen las diversas posiciones.

La estrategia de AJUSTE pretende conocer y conectar. Ajustarse quiere decir adaptación del profesional al problema para que, desde el problema se generen las respuestas.

La estrategia de AJUSTE es una estrategia de investigación dirigida hacia lo real, hacia lo concreto, hacia la acción posterior de ahí, que siendo un conocimiento objetivo, no pretende ser científico, ni generizable, ni prueba de hipótesis teóricas.

De la estrategia de AJUSTE nacen los objetivos a conseguir, mediante las estrategias de posicionamiento y de situación.

La estrategia de cambio de POSICIONAMIENTO. Esta estrategia tiene como objetivo genérico, desplazar el posicionamiento dominante que regula el mantenimiento del problema, por un posicionamiento alternativo que regula el cambio. Parte de los datos que le han proporcionado la estrategia de AJUSTE y se dispone a trabajar con la población conectada que encarnaría la nueva posición alternativa.

La estrategia de cambio de POSICIONAMIENTO es una estrategia de información, de educación, de resocialización. Va destinada a la conciencia colectiva, a los sistemas explicativos necesarios que puedan variar las costumbres, lo cotidiano, lo normal, etc.

La estrategia de CAMBIO DE SITUACION. El objetivo es cambiar lo cotidiano, modificar las costumbres, variar lo habitual. Esto sólo es posible, si previamente se ha conseguido desarrollar un sistema de regulación alternativo de la vida colectiva que vuelva inoperante, ineficaz, inadecuado al que existía, es por eso que esta estrategia viene después del cambio de posición. Dado que la situación es una producción colectiva que se ha establecido al adoptar una posición dominante, la situación alternativa sólo puede ser una producción colectiva que adopta una nueva posición, lo contrario, es tecnocracia.

La estrategia de cambio de situación es una estrategia de organización, de construcción de nuevos contextos, de experiencias de manejo, de nuevas formas colectivas de operar con los contextos. Es una estrategia dirigida a los modos colectivos de comportarse.

La estrategia de la DEVOLUCION. Esta es la otra estrategia que nace de la organización y no del problema- Es la inversa de la estrategia del Encargo, y las razones de mantenerla serían las mismas que allí hemos dicho. Hemos de señalar algunas razones más. La estrategia de DEVOLUCION es la estrategia de la prueba de la valía profesional, es la estrategia que muestra y demuestra lo acertado de haber encargado a un determinado equipo de profesionales, una determinada acción. Es la estrategia que vincula mediante la transparencia de lo realizado, el uso de los medios que dispone la organización (presupuestos, infraestructura, profesionales). Es la estrategia que vincula la acción práctica con el conocimiento científico, etc.

Pero todo ello es una estrategia de elaboración. Elaboración de la memoria administrativa, de los documentos técnico-científicos, de los documentos, etc.

 

GLOBALIZACION Y PARCIALIZACION DE I.A INTERVENCION PSICO-SOCIAL

El diseño teórico de intervención psicosocial, parte de diferenciar cinco estrategias: ENCARGO, AJUSTE, CAMBIO DE POSICION, CAMBIO DE SITUACION, DEVOLUCION. Pero en la experiencia cotidiana no se dan siempre.

Este diseño teórico sirve para diferenciar las diversas modalidades de acción, incluyendo la intervención psico-social.

El diseño, además de ser la guía de la intervención psico-social es además un instrumento para diferenciar y analizar metodologías de proyectos. Para ello hemos de ponemos de acuerdo en tres reglas.

a) El encargo y la devolución son siempre obligatorios.

b) Las estrategias de ajuste, cambio de posición y cambio de situación, pueden darse o no; depende de la naturaleza del encargo. 

e) La estrategia que engloba todas las estrategias constituye un nivel cualitativo distinto de los anteriores modelos de proyectos.

En aras de la simplificación explicativa, establecemos un cuadro de doble entrada, donde manteniendo las tres reglas anteriores, podemos deducir la tipología de proyectos existentes en la actualidad, en la actuación comunitaria.

Ahora podemos pues, agrupar, los diversos proyectos en una tipología de siete modalidades según contengan una u otra estrategia.

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Estas modalidades a veces, vienen oscurecidas o confusas por las denominaciones distintas que les dan los diversos profesionales que las utilizan. Recordémoslas:

 

Elaboración teórica de un proyecto

Objetivo: Hacer la propuesta del proyecto. (Podrá realizarse o no).

 

Proyecto de prospección

Objetivo: Conocer la realidad social, las personas, los recursos, etc., que una comunidad tiene, con ánimo de poder, después, realizar o no acciones o intervenciones.

 

Proyecto de información-formación

Objetivo: Mejorar el posicionamiento de la población frente a un determinado problema. No hay estrategia de ajuste, se parte de la consideración que la acción, por sí misma, será beneficiosa para el colectivo.

 

Proyecto de animación

Objetivo: Proporcionar contextos de acción a la población, ya sea mediante un plan de actividades, ya sea mediante el uso de un recurso, etc. Esta denominación engloba otras, como pueden ser, establecer un plan de actividades o creación de recursos.

 

Proyecto de educación-resocialización

El objetivo es el mismo que el del proyecto de información-formación; es decir, se trata de promocionar un posicionamiento alternativo para encarar después un problema. La diferencia estriba en la presencia de la estrategia de ajuste, es decir, no se promociona cualquier posicionamiento sino el adecuado al proceso-problema, posicionamiento que existe, pero que no está desarrollando. La denominación proyecto educación-resocialización permite graduar la intensidad y la cualidad del objetivo a alcanzar.

 

Proyecto de acción social y animación socio-cultural

El objetivo es el cambio de una situación; en este sentido, el objetivo es el mismo que hemos señalado para el proyecto de animación. La diferencia estriba en que la nueva situación a conseguir tiene que ser ajustada a la población concreta con la que estamos trabajando; es decir, parte de la estrategia de conocimiento, como medio para determinar su objetivo.

La denominación acción social y animación cultural son equivalentes, sólo indica que, una la hacen las asistentes sociales y la otra, los educadores, pero no existe diferencia metodológica en las mismas.

 

Proyecto de intervención psico-social

El objetivo es que una población cambie su propia situación. Esta es la diferencia cualitativa con las anteriores. Ya hemos explicado las características metodológicas.

 

EL PSICOLOGO DE LA COMUNIDAD: UNO Y MULTIPLES ROLES

A esta altura del artículo, queda implícito que el psicólogo de la comunidad es un profesional, es un técnico especializado en los procesos sociales que actúa con la comunidad para que estos procesos no la conduzcan hacia caminos marginales, desiguales, discriminatorios, etc. Esta actuación la realiza mediante el método de la intervención psico-social, y está preparado para actuar interdisciplinarmente con otros profesionales que utilizan otros métodos o sistemas de intervención.

 

1. El psicólogo de la comunidad puede establecer tres roles primarios, según hacia donde se dirija su capacidad profesional.

a) Puede ser investigador. Es un conocedor, es un especialista en el conocimiento de la realidad. Este saber puede dirigirlo hacia el conocimiento de la población, sus necesidades, sus problemas, etc., o puede dirigirlo hacia la valoración de las actuaciones que en la comunidad se están haciendo o se han realizado.

b) Puede ser operador. Es decir, se especializa en provocar transformaciones, modificaciones en los procesos. En la experiencia acumulada en estos quince años últimos de equipos de profesionales que han trabajado en este rol, podemos diferenciar las siguientes tipologías:

b. 1) El psicólogo que actúa como abogado social. El psicólogo que partiendo de su capacidad de conocer-investigar, hace una lectura político social de esos datos y las conclusiones que extrae, son objeto de acciones encaminadas a desarrollar la responsabilidad social de aquellos que tienen competencia sobre la materia. El psicólogo actúa como abogado defensor del marginado, de la prostitución, del discriminado, etc., y actúa como abogado acusador de la administración, de la ciencia, de la política, etc.

b.2) El psicólogo que actúa como agente social de cambio. En este caso, lo que hace, es comprometerse con aquellas posiciones del colectivo de la comunidad que buscan el cambio, formando parte de ellas, no diferenciando su rol profesional de su comportamiento en el colectivo. El psicólogo toma partido y se implica en el movimiento ecologista, en el movimiento feminista, en el movimiento de liberación homosexual, en la comunidad de vecinos que reclamen calidad de vida, en los movimientos escolares de reforma, etc.

b.3) El psicólogo que actúa como técnico de la intervención. Es el psicólogo que actúa mediante encargo, encuadrado en una organización y como medio para que ésa realice sus competencias. El psicólogo se compromete con el cambio, desde la posibilidad de disponer de medios que favorezcan que el colectivo, objeto de la intervención, evolucione. El psicólogo establece la lógica operativa del proyecto y la realiza, mediante las estrategias de encargo, ajustes, cambio de posición, cambio de situación, devolución, etc.

c) Todavía hay una posibilidad de actuar como psicólogo de la comunidad, lo que se empeña por conocer, teorizar, establecer los parámetros científicos. Es el psicólogo que actúa como teórico. Como formulador de propuestas teóricas que, de ser conocidas, son tomadas en cuenta en el momento de formular nuevos programas, nuevas actuaciones.

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2. El psicólogo de la comunidad puede tener un rol secundario, es decir, no trabaja directamente con la población, sino indirectamente, lo que hace mediante la atención y dedicación a los profesionales del nivel primario.

Estas son las principales modalidades que conocemos:

a) El psicólogo que actúa como metodólogo. Es el psicólogo que diseña, que valora los diseños, que propone modalidades alternativas para conseguir el objetivo. Lógicamente para poder actuar de metodólogo, debe tener dominio del conocimiento de la población, de la valoración de los resultados y del comportamiento operativo. Quizá sea ésta la razón por la que encontramos un gran número de profesionales de la psicología encargados de programas.

b) La del psicólogo que actúa como consultor. Es la del psicólogo que se especializa en la ayuda a otros profesionales para que puedan remontar y resolver las dificultades que nacen, o del comportamiento resistencial de la población para adoptar el cambio, o que nacen de la complejidad metodológica o se generan por las dinámicas del propio equipo.

El consultor tiene que poseer conocimientos, tanto teóricos como de las lógicas operativas que se están desarrollando para poder actuar correctamente.

El consultor establece las lógicas valorativas de los proyectos, mediante asesoramiento, consultoría, análisis, etc.

3. Finalmente, todavía existe una posibilidad de actuar como psicólogo de la comunidad, posibilidad terciaria, por realizarse sobre la organización que organiza y no sobre los profesionales. En la organización incluye los profesionales de actuación primaria y de actuación secundaria. Es como jefe, como responsable de la organización en cualquiera de sus niveles. El jefe establece las lógicas de soporte logístico, supervisión, etc. El psicólogo como gerente-gestor.

4. El psicólogo de la comunidad es uno, como decíamos al principio, y manteniendo siempre el mismo objeto, el proceso social, los comportamientos colectivos, puede diversificar un comportamiento según lo haga por relación directa por relación directa con los profesionales que actúen en la población, o lo haga con la organización que organiza a los profesionales.

Por último, podemos pensar que hemos dado elementos suficientes como para que se replantee el rol del psicólogo en los servicios sociales, en el área de salud, o en el área de educación, cuando éste se especializa en la comunidad. Creemos haber dejado constancia de la especificidad de la intervención psico-social como una propuesta organizadora de la praxis de este profesional. Pensemos que también podemos decir que el lugar de encuentro de los profesionales no son las titulaciones, ni son los despachos; el lugar de encuentro es el proceso-problema social, el proceso que subyace en el problema y que por su complejidad nos exige, nos impone la interdisciplinaridad.

Lógicamente la razón por lo que se hacen necesarias todas estas elaboraciones, todos estos replanteamientos, es porque queremos el cambio social.

Pero no queremos cualquier cambio, no queremos ni el cambio enfermador que propone el asistencialismo, ni queremos el cambio debilitador y alienante que propone el tecnicismo, queremos un cambio que se base en la capacidad de decidirlo y realizarlo por las mismas poblaciones que deben cambiar.

El psicólogo de la comunidad, la intervención psicosocial, la interdisciplinaridad, es sólo un medio para ello. Medio que deberá probar su necesidad, a partir de los cambios reales que sea capaz de producir y en caso de no poderlo demostrar, debiera abandonar ese escenario.