Vol. 10. Núm. 2. Diciembre 2025. Páginas ArtÃculo e11
Flavia Vique-Bonino1, Karina Curione-Bulla1, Diego Pena-Perg1 y Miquel Torregrossa-Álvarez2
1Universidad de la República, Paysandu, Uruguay; 2Universitat Autònoma de Barcelona. Barcelona, España
Recibido a 28 de Marzo de 2025, Aceptado a 12 de Septiembre de 2025Resumen
La necesidad de migrar, el inicio en edades tempranas y la búsqueda de resultados prematuros constituyen relatos que sostienen el mundo del fútbol, incidiendo en los proyectos de vida de los jóvenes. Desde el construccionismo narrativo (Smith y Monforte, 2020), el objetivo de este estudio es explorar el impacto de la migración durante las etapas de pretransición y adaptación cultural aguda. A partir de entrevistas semiestructuradas, se analizan los relatos de 10 jugadores de entre 14 y 18 años en proceso de migración interna. Mediante el Análisis Temático Reflexivo (Braun y Clarke, 2022), las narrativas se organizaron en tres temas: (a) juguemos en la canchita, (b) llegó el momento de ir por el sueño y (c) el fútbol como centro de todo. Se comienza jugando por diversión, pero rápidamente se introduce la narrativa del sacrificio. La migración temprana aparece como la única opción para alcanzar el sueño de ser profesional. La salida del hogar es abrupta y la llegada a la nueva ciudad desorganizada, generando sentimientos de soledad y desamparo. La vida se articula en torno al fútbol, lo que deriva en un desarrollo identitario unidimensional. Se evidencian desigualdades en las posibilidades de desarrollo deportivo, determinadas por el lugar de origen, el contexto familiar y la condición socioeconómica. Se concluye que no existe una preparación adecuada para la migración, aun cuando es un paso necesario para el desarrollo deportivo. La red de apoyo principal es la familia, incluso en la distancia, el acompañamiento institucional para facilitar la continuidad educativa resulta escaso. Se sugiere preparar las transiciones, fortalecer las normativas, ampliar las redes de apoyo y promover relatos y narrativas alternativas que incluyan la posibilidad de no alcanzar el sueño profesional. Se destaca la necesidad de sensibilizar a los entornos respecto a la carrera dual y al desarrollo de una identidad multidimensional.
Abstract
The need to migrate, starting at an early age, and the pursuit of early results constitute narratives that sustain the world of football, influencing young people’s life plans. From a narrative constructionist perspective (Smith and Monforte, 2020), the objective of the present study was to explore the impact of migration during the pre-transition and acute cultural adaptation stages. Based on semi-structured interviews, the narratives of 10 players between 14 and 18 years of age undergoing internal migration were analyzed. Using Reflexive Thematic Analysis (Braun and Clarke, 2022), the narratives were organized into three themes: (a) let’s play on the small field; (b) it’s time to go for the dream; and (c) football as the center of everything. Playing for fun begins, but the narrative of sacrifice quickly becomes apparent. Early migration appears as the only option to achieve the dream of becoming a professional. Leaving home is abrupt, and arriving in the new city is disorganized, generating feelings of loneliness and helplessness. Life revolves around football, resulting in a one-dimensional identity development. Inequalities in opportunities for athletic development are evident, determined by place of origin, family background, and socioeconomic status. It is concluded that there is no adequate preparation for migration, even though it is a necessary step for athletic development. The primary support network is the family, even at a distance; institutional support to facilitate educational continuity is scarce. It is suggested that transition preparation be made, regulations strengthened, support networks expanded, and alternative stories and narratives promoted - including the possibility of not achieving one’s professional dream. The need to raise awareness among stakeholders regarding dual careers and the development of a multidimensional identity is emphasized.
Resumo
A necessidade de migrar, desde cedo, e a busca por resultados precoces constituem narrativas que sustentam o universo do futebol, influenciando os planos de vida dos jovens. A partir de uma perspectiva construcionista narrativa (Smith e Monforte, 2020), o objetivo deste estudo é explorar o impacto da migração durante as fases de pré-transição e adaptação cultural aguda. A partir de entrevistas semiestruturadas, são analisadas as narrativas de 10 jogadores entre 14 e 18 anos em migração interna. Utilizando a Análise Temática Reflexiva (Braun e Clarke, 2022), as narrativas foram organizadas em três temas: (a) vamos jogar no campo pequeno, (b) é hora de ir atrás do sonho e (c) o futebol como centro de tudo. Começam a jogar por diversão, mas a narrativa de sacrifício rapidamente se torna aparente. A migração precoce surge como a única opção para alcançar o sonho de se tornar profissional. A saída de casa é abrupta e a chegada à nova cidade é desorganizada, gerando sentimentos de solidão e desamparo. A vida gira em torno do futebol, resultando em um desenvolvimento de identidade unidimensional. As desigualdades nas oportunidades de desenvolvimento atlético são evidentes, determinadas pelo local de origem, histórico familiar e status socioeconômico. Conclui-se que não há preparação adequada para a migração, embora seja um passo necessário para o desenvolvimento atlético. A principal rede de apoio é a família, mesmo à distância; o apoio institucional para facilitar a continuidade educacional é escasso. Sugere-se preparar a transição, fortalecer as regulamentações, expandir as redes de apoio e promover histórias e narrativas alternativas que incluam a possibilidade de o sonho profissional não se realizar. Enfatiza-se a necessidade de conscientizar as partes interessadas sobre carreiras duplas e o desenvolvimento de uma identidade multidimensional.
Palabras clave
dual, entornos deportivos, fútbol formativo, migración, transiciones deportivasKeywords
Dual career, sports environments, youth football, migration, sports transitionsPalabras-chave
Carreira dupla, ambientes esportivos, futebol juvenil, migração, transições esportivasPsicóloga, Magister en Actividad FÃsica y Salud e investigadora predoctoral, Polo Salud Comunitaria, Centro Universitario Regional Litoral Norte, Universidad de la República, Paysandu, Uruguay. 0000-0002-2489-9896
Psicóloga, Doctora en PsicologÃa e investigadora, Instituto de Fundamentos y Métodos, Facultad de PsicologÃa, Universidad de la República, Paysandu, Uruguay. 0000-0002-4069-5615
Psicólogo, integrante de Proyecto I+D, Polo Salud Comunitaria, Centro Universitario Regional Litoral Norte, Universidad de la República, Paysandu, Uruguay. 0009-0004-6838-5522
Psicólogo, Doctor en PsicologÃa, investigador del Sport Research Institute IRE-UAB y del Grup d’Estudis de Psicologia de l’Esport i l’Activitat FÃsica (GEPE), Universitat Autònoma de Barcelona, Barcelona, España. 0000-0003-1117-9977
El aumento de la profesionalización en el deporte ha integrado la migración deportiva como parte de los procesos de desarrollo, impactando tanto a nivel socio cultural como en la vida cotidiana de los deportistas en todas las etapas de formación (Agergaard y Ryba, 2014; Maguire, 2013). En la búsqueda de llegar a integrar la primera división de clubes profesionales, muchos deportistas son seleccionados en edades tempranas, salen de su hogar familiar y migran a otras ciudades para continuar con su progresión en algunos casos o para ser deseleccionados cuando se acercan a categorías superiores. Estas situaciones pueden impactar en sus proyectos de vida particularmente cuando carecen del apoyo necesario para afrontarlo. El Informe de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) sobre el desarrollo de talento en el fútbol indica que el 50% de los jugadores entre 16 y 20 años padecen estrés debido a la dedicación y la presión para llegar al profesionalismo (FIFA, 2021). Estudios realizados en Alemania (Grossmann y Lanes, 2015) y en Reino Unido (Dugdale et al., 2021) evidencian que menos del 10% de los jugadores llegan al profesionalismo. En España Chamorro et al. (2016) afirman que la integración temprana a clubes profesionales no aumenta la probabilidad de llegar a firmar un contrato profesional. En otros deportes, se concluye que muchos de los deportistas que llegan a la élite en la vida adulta no han tenido logros significativos en edades tempranas (Kearney y Hayes, 2018). Como plantea Torregrossa (2024), “el mundo del deporte de iniciación practica una ceguera atencional e intencional a lo que dicen los datos sobre las probabilidades de llegar a ser profesional” (p.19). En el proceso de desarrollo de jugadores de fútbol inciden dimensiones técnico-tácticas y psicológicas, así como dimensiones históricas, sociales, económicas y culturales (Alsina, 2023). Estudios como el Czelsi y Murzi (2023) en Argentina integran además dimensiones simbólicas, indican que el “sueño” de ser profesionales si bien surge en la infancia, se va transformando de acuerdo con las vivencias a lo largo del proceso y se construye en una dialéctica entre lo personal y los relatos pasados, siendo un recorrido colectivo que se sostiene desde actores de los entornos. En la última década se ha enfatizado una perspectiva holística y ecológica de los entornos de desarrollo deportivo. Henriksen y Stambulova (2023) entienden las particularidades de los desarrollos deportivos interaccionando e incidiendo recíprocamente en los entornos anidados en la esfera social y cultural más amplia. En esta perspectiva, tomando aportes de Bronfenbrenner (1979), la identidad es entendida como una construcción recíproca entre la persona y el entorno. La identidad emerge de un sistema cultural en el que se definen roles, que hacen al conjunto de actividades y de relaciones que se esperan de una persona y que esa persona espera en función del lugar que ocupa en el sistema social. Ronkainen et al. (2016) en su revisión aportan a esta mirada integrando que, en contraste con las visiones tradicionales de la identidad como un producto exclusivo de procesos psicológicos internos, los enfoques revisados teorizan la identidad deportiva como constituida dentro de narrativas y discursos culturales producidos en contextos disponibles para la persona. Al analizar la identidad deportiva es importante por lo tanto considerar el contexto cultural, siendo este producido dentro de los discursos dominantes (respecto a género, edad, clase y raza). Carless y Douglas (2013) muestran la incidencia de la cultura deportiva en el desarrollo de la identidad, señalando que los orígenes de una identidad deportiva potencialmente problemática se producen a partir de las experiencias deportivas tempranas. En su revisión sobre el retiro deportivo, Jordana et al. (2017) enfatizan la importancia del desarrollo de una identidad multidimensional, ya que la identidad deportiva (i.e., identidad unidimensional) puede dificultar la transición del retiro. Soto-Lagos et al. (2021) dan cuenta de dos categorías que inciden en la construcción de identidad deportiva; las condiciones socioculturales y las condiciones materiales. En sintonía con lo planteado, Hall (1990) conceptualiza la identidad cultural como sometida a constantes transformaciones pautadas por la historia, la cultura y el poder. Esta identidad se transforma sostenida en las representaciones y narrativas que integran la historia común y el registro de las diferencias. Para analizar las transiciones en el desarrollo deportivo, los aportes de Schlossberg (1981) y el Modelo Holístico de Carrera Deportiva (Wylleman, 2019) brindan elementos desde una perspectiva integral, considerando las etapas vitales que el deportista transita en paralelo, como puede ser pasar de una etapa de educación primaria a educación media, o de la infancia a la adolescencia. Cuando las transiciones coinciden en los momentos del desarrollo, se habla de transiciones concurrentes (Torregrossa et al., 2021), lo que demanda a la persona poner en funcionamiento mayores recursos para afrontarlas, y la necesidad de contar con el apoyo de los grupos y entornos inmediatos. En la medida en que se visualicen y acompañen las transiciones se podrán optimizar el desarrollo en bienestar y minimizar el impacto que puede ocurrir frente a lo que Schlossberg (1981) conceptualiza como un “no–evento” (e.g., no alcanzar el sueño de ser jugador de fútbol profesional). La investigación en campos de la retirada deportiva permite afirmar que la carrera dual sería una estrategia preventiva eficaz. Las carreras duales son definidas como aquellas que poseen dos focos principales; por un lado, el deporte y, por otro, el estudio o trabajo (Stambulova y Wylleman, 2014). Compatibilizar el ámbito deportivo con el académico, laboral y social tendría beneficios posteriores no sólo para quienes lleguen al profesionalismo, sino también para los que no logren alcanzar ese nivel deportivo. El desarrollo de la carrera dual no puede recaer únicamente sobre los deportistas, supone una responsabilidad compartida entre las entidades políticas, encargadas de generar y promover recursos adecuados, las organizaciones deportivas, que deben facilitar condiciones compatibles con la formación académica, y el entorno inmediato, que cumple una función de sostén emocional (Torregrossa et al., 2016). La migración es una de las transiciones que suceden en el fútbol con el objetivo de integrar clubes profesionales para llegar a firmar un contrato profesional, por lo que puede ser considerada como predecible y holística. Una transición predecible es aquella que puede anticiparse estructuralmente, mientras que una holística implica que afecta simultáneamente a múltiples aspectos de la vida (personal, educativa, social y deportiva), por lo que requieren planificación integral y abordaje multidimensional (Torregrossa y GEPE Team, 2022). El Global Transfer Report (FIFA, 2024) indica que en el año 2023 se alcanzó un récord de traspasos internacionales llegando a 74,836, siendo los clubes brasileños los que traspasaron el mayor número de futbolistas. Los procesos migratorios ocurren a nivel transnacional, pero también como migración interna (i.e., dentro del mismo país) en etapas de formación deportiva, movilidad que conlleva cambios en los contextos sociales de pertenencia y, por lo tanto, la necesidad de poner en práctica recursos internos para afrontarlos. Como señalan Ryba et al. (2016), la movilidad en todos sus niveles impone una “brecha cultural” que requiere tiempos y recursos de adaptación. Para su comprensión proponen el Modelo de Migración Deportiva (Ryba et al., 2016, 2020) que integra tres fases: (a) pretransición, (b) adaptación cultural aguda y (c) adaptación sociocultural. La primera fase es previa a la movilidad e implica la preparación para la misma, la segunda y tercera fase se suceden ya en el lugar de destino. La adaptación cultural aguda es la etapa en la que, llegado al lugar de destino, el deportista debe afrontar las demandas tanto dentro como fuera del contexto deportivo, en tanto, la fase de adaptación sociocultural refiere al periodo en el que el deportista se siente parte de ese nuevo lugar y ha establecido vínculos que así lo demuestran. Los datos indican que la concurrencia de la migración con otras transiciones del desarrollo vital puede generar mayores dificultades en el proceso adaptativo (Ryba et al., 2018). A la vez que pueden considerarse respuestas adaptativas al nuevo lugar teniendo en cuenta tres procesos básicos como: (a) reubicarse en las redes de apoyo: reconstruir o encontrar nuevos vínculos afectivos y sociales (familia, amigos, entrenadores, compañeros) que brinden contención emocional y orientación en el nuevo contexto, (b) negociar los nuevos patrones culturales: comprender, adaptarse y dar sentido a las normas, valores y expectativas sociales y deportivas del lugar de destino, sin perder completamente las referencias culturales previas y (c) reconstruir los significados: redefinir la propia identidad y el sentido de la experiencia migratoria, integrando elementos del pasado con las nuevas vivencias, lo cual permite sostener la continuidad personal en medio del cambio (Ryba et al, 2020). Estudios como el de Prato et al. (2020) sobre migración deportiva en deportistas transnacionales destacan la incidencia de los recursos proporcionados por el entorno y los grupos para la adaptación a esa transición, enfatizando la influencia entre el contexto sociocultural y el deportista migrante. En tanto Souza et al. (2021) en su revisión sobre migración internacional subrayan la importancia de la preparación psicológica para afrontar los desafíos de la adaptación cultural aguda. Por su parte, estudios como el de Marques y Júnior (2021) sobre jugadores de fútbol sala muestran que la migración es en muchos casos consecuencia de condiciones laborales desfavorables y tiene un impacto negativo en la vida de la familia por la constante transformación del habitus. En Uruguay hacer referencia al fútbol es hablar de un fenómeno cultural que impacta en la conformación de identidades (Arocena, 2019; Mendiondo, 2012). Desde el punto de vista económico, el país está entre los primeros a nivel mundial en cuanto a producción y venta de pases de jugadores de fútbol (CERES, 2021). El contexto de desarrollo deportivo está pautado por la necesidad de migrar para continuar en clubes profesionales, ya que más del 80% de estos se encuentran en la capital del país. Según datos proporcionados para este estudio por la Organización de Fútbol del Interior (OFI), en el primer semestre del 2023 se solicitaron 522 traspasos de jugadores con edades entre 14 y 18 años, siendo 498 de fútbol masculino. Si bien la migración interna es un proceso visibilizado en el fútbol uruguayo y forma parte de esta subcultura (Steffano, 2012), no se han encontrado hasta el momento estudios que den cuenta del impacto de estos procesos en los proyectos de vida de los jóvenes deportistas y particularmente en su continuidad educativa (Vique-Bonino et. al, 2024). La educación en Uruguay es obligatoria durante los ciclos de educación primaria y media (diferenciada en niveles media básica y media superior), mientras que la educación terciaria pasa a tener un carácter opcional. En los niveles tanto media básica como media superior persiste la preocupación por las bajas tasas de egreso, de lo que se deduce que están siendo condicionadas por la brecha entre jóvenes de sectores socioeconómicos favorecidos y aquellos en situación de vulnerabilidad ya que, en este último sector, menos del 20% logra culminar la educación media. En comparación con el resto de América Latina, Uruguay sigue siendo el país con mayores rezagos en cuanto a egresos en este nivel educativo (INEEd, 2022). A este panorama se suma la realidad socioeconómica del país, que afecta considerablemente a niños, niñas y adolescentes. En 2024, la pobreza afectaba al 17.3% de la población en general, alcanzando el 28.1% en grupos de 13 a 17 años (INE, 2024). Este escenario representa un desafío estructural que puede condicionar tanto el acceso a la educación como a la posibilidad de continuidad en proyectos de vida vinculados al deporte en general y al fútbol en particular, profundizando aún más la brecha entre jóvenes de diferentes contextos socioeconómicos. Teniendo en cuenta las características del fútbol juvenil y el contexto del país en lo deportivo, educativo y socio económico es relevante preguntarse: ¿cómo transitan los jugadores de fútbol uruguayos los procesos de migración interna?, ¿qué relatos sostienen la idea de migrar en edades tempranas?, ¿cuál es el impacto de la migración interna en el desarrollo vital de estos jóvenes durante las etapas de pretransición y adaptación cultural aguda? Para analizar estas vivencias se propone como objetivo explorar el impacto de la migración temprana durante las etapas de pretransición y adaptación cultural aguda de los adolescentes que en etapas formativas del fútbol migran a la capital del país. En lo específico, conocer los inicios en el deporte, las redes de apoyo en las etapas de inicio y de migración, las narrativas que sostienen las carreras deportivas en el fútbol y la construcción identitaria de estos jóvenes en sus entornos de desarrollo deportivo. Diseño Se trata de un estudio transversal que permite ahondar en los relatos acerca de la migración interna en el fútbol juvenil masculino y la salida del hogar familiar. La generación de temas a partir de estos relatos permitirá profundizar en las narrativas presentes en los entornos que los sostienen (Braun y Clarke, 2023), desde una perspectiva de construccionismo narrativo (Smith y Monforte, 2020). Participantes Participan 10 jugadores de fútbol de categorías formativas entre 14 y 18 años que a comienzos del año 2023 solicitaron el pase a la OFI para continuar su formación deportiva en un club de Montevideo (Tabla 1), siendo identificados con seudónimos para garantizar la confidencialidad. Esta etapa deportiva es coincidente con la educación media o secundaria, que abarca de primero a sexto año (entre los 13 y 18 años), pasando luego a la educación superior o terciaria. Son adolescentes que comenzaron a practicar fútbol siendo niños (entre los 4 y los 6 años), y que en esta etapa tienen entrenamientos diarios de aproximadamente 3 horas de duración, compitiendo de forma semanal según el calendario de torneos pautado por la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF). Como criterio de inclusión se ha considerado que el jugador esté en proceso de transición a un club de la capital del país, tomando como marco temporal que al momento de ser contactado se encuentre en el primer semestre de habitar la nueva ciudad e integrarse al nuevo club. Instrumentos Para la aproximación a los relatos de los jóvenes se usó la entrevista semiestructurada, siendo una técnica que permite el diálogo entre quienes investigan y los participantes, a partir de una guía de preguntas abiertas sobre el tema específico (Smith y Sparkes, 2019). El objetivo de la entrevista ha sido explorar la preparación del jugador para la migración a un nuevo club y ciudad y la etapa de adaptación cultural aguda conociendo el desarrollo deportivo hasta el momento. En la etapa de iniciación deportiva se ha explorado acerca del vínculo de la familia con el fútbol (e.g., “contame quiénes te acompañaban a las prácticas y a los partidos”). Respecto a cómo ha compaginado sus estudios formales con el deporte, se han explorado las dificultades percibidas a lo largo del desarrollo deportivo y en particular en la etapa actual de adaptación cultural aguda (e.g., “¿está integrado en algún programa de seguimiento de su proceso académico?”). Acerca de la red de apoyo para la transición, se ha explorado sobre el lugar que ocupan las personas significativas para el joven y el apoyo recibido por estas para su desarrollo deportivo en general y la transición en particular (e.g., “¿en este proceso de transición, quiénes han estado cerca?, ¿amigos, familiares?, ¿cómo es la comunicación con esas personas que han quedado en su lugar de origen?”). Se ha explorado además el significado del fútbol en su vida y en su construcción identitaria (e.g., “¿y si no fueras jugador de fútbol?”). Procedimiento El estudio se llevó a cabo de conformidad con la Declaración de Helsinki (World Medical Association, 2013) y cumplió con las Normas de Ética en la Investigación en Ciencias del Deporte y del Ejercicio (Harriss et al., 2017). Cuenta con el aval del Comité de Ética en Investigación de la Facultad de Psicología y con el aval del Comité de Ética de Investigación Institucional del Centro Universitario Regional Litoral Norte (Exp. Nº 311170-000187-22), ambos de la Universidad de la República. Teniendo el aval de la OFI y la información acerca de los pases solicitados en el primer semestre del 2023, la primera autora contactó con las familias de los jugadores en los casos de menores de 18 años y con los jugadores con 18 años cumplidos, recibiendo el consentimiento y asentimiento informado necesario para realizar las entrevistas. La participación de los entrevistados fue voluntaria y no recibieron compensación económica ni de ningún otro tipo por la colaboración en esta investigación. En los casos de jugadores que residen en casas de clubes, se solicitó la autorización correspondiente para ingresar a la residencia. Todas las entrevistas fueron realizadas por la primera autora en forma presencial, en lugares acordados con los jugadores siendo estos su lugar de residencia o en una sala en la Facultad de Psicología en el período comprendido del 28 de marzo al 18 de mayo de 2023. Se procuró contar con una sala iluminada, con escasos ruidos y sin interrupciones, en los horarios de la tarde después de terminadas las actividades deportivas y escolares de los adolescentes. La duración de las entrevistas fue de 40 a 70 minutos, siendo grabadas en audios para su posterior transcripción mediante verbatim. Algunas expresiones utilizadas solo en el contexto uruguayo se modificaron al español internacional para facilitar la comprensión del lector. Análisis de Datos Tomando los aportes de Braun y Clarke (2022) sobre Análisis Temático Reflexivo, se realizó un proceso analítico de seis fases en la que participaron los 4 autores en los diferentes momentos. El proceso de familiarización con los datos y el análisis inductivo línea por línea permitió la codificación inicial realizada por la primera autora y revisada por los demás autores. Los patrones de significado compartido se han organizado en torno a una idea central, que en un proceso recursivo y reflexivo ha dado lugar a 3 temas principales: (a) juguemos en la canchita, (b) llegó el momento de ir por el sueño y (c) el fútbol como centro de todo y subtemas. Por último, se elaboraron tres tablas integrando los temas, subtemas y citas (Tablas 2, 3 y 4). Las tablas resumen la definición del tema, integrando el concepto nuclear, su alcance y sus límites y han sido elaboradas en colaboración con los autores y las autoras actuando como amigos críticos para garantizar el rigor científico (Smith y McGannon, 2017). Estudios como el de Checa et al. (2024) han trabajado en esta línea evidenciando valiosas aportaciones. Los resultados se estructuran en los 3 temas principales. El primer tema “Juguemos en la canchita” integra los relatos sobre los inicios en los que el placer por el juego es el centro en la vida de estos jóvenes integrando subtemas que permiten reconocer en esos relatos las redes de apoyo, la integración del deporte con las actividades de educación formal y los significados que se van construyendo en torno a la cultura del fútbol. Los relatos que construyen el subtema “¡Quiero jugar a la pelota!” indican que el fútbol forma parte de su vida desde siempre: “en mi familia siempre el fútbol estuvo presente, y yo mismo en mi casa jugaba antes de ir al fútbol infantil” (Oscar). Algunos relatan sus comienzos en el fútbol infantil alrededor de los cuatro años, donde la meta central es la diversión. Pero rápidamente y casi sin darse cuenta, se introducen en un sistema que parece cambiar las reglas de juego por el sacrificio: “me fui a un equipo de la ciudad y jugué ahí hasta los 15 años desde los siete años, viajaba 50 km” (Ernesto). Ganar y perder son vivencias que sostienen las historias en el fútbol, incluso en la etapa de fútbol infantil, y a medida que van creciendo va adquiriendo mayor peso: “era lindo levantar una copa con siete años… era lindo practicar y el fin de semana ir y ganar” (Eusebio). Los relatos dan cuenta de la presencia de la familia como red de sostén en esta etapa de iniciación, lo que construye la narrativa de “Estando en casa” que da nombre al segundo subtema. La familia se involucra en el deporte, acompaña y da sentido a los esfuerzos y sacrificios: “cuando me fue a ver mi abuelo en la final pedí que me pusieran en la cancha y salimos campeones…yo hacía goles y salía festejando para la red, me emocionaba y llegaba a llorar algunas veces” (Alcides). A los 13 años, la etapa de fútbol infantil da lugar a la etapa formativa coincidente con la finalización de la etapa escolar, el comienzo de la educación media y en algunos casos con cambio de clubes o integración en selecciones locales. La complejidad en el desarrollo de la carrera dual se ve reflejada en los relatos que construyen el tercer subtema “¿El lápiz o la pelota?”: “empecé primer año de secundaria allá en mi pueblo y no tuve ninguna calificación baja, después me tuve que ir a vivir con mi abuela a la capital del departamento, cuando me llamaron a integrar la selección de fútbol departamental, hice segundo año y fue cuando reprobé porque faltaba mucho a clase” (Juan Carlos). El segundo tema “Llegó el momento de ir por el sueño” relata la salida del hogar familiar y la llegada a la nueva ciudad. Se integran subtemas que describen el impacto del proceso de migración, y las personas que lo han acompañado en las etapas de pretransición y adaptación cultural aguda. El proceso está marcado por la narrativa de la ilusión de cumplir el sueño de ser profesional, y eso parece fundamentar los esfuerzos por salir del hogar familiar en edades tempranas, marcados por relatos que dan cuenta de un momento significativo en la vida de estos jóvenes, lo que se integra en el subtema “Será un antes y un después”. En algunos, la transición actual tiene antecedentes en intentos anteriores que han resultado en el retorno al lugar de origen, o en solo ir a “probarse” a un equipo sin posibilidad de quedar: “me fui a los 10 años, estuve dos años, me empecé a dar cuenta que el contratista pesa mucho en el tema, el contratista es quien te hace firmar, solo iba a entrenar, pero nunca me quedé allá” (Eusebio). Los relatos dan cuenta de que hay ciertas creencias acerca de la mejor edad para emigrar: “si uno viene más pequeño tiene como más oportunidades…si no es este año puede ser el siguiente… no se puede perder tiempo” (Ernesto). Sin embargo, es interesante ver cómo algunos se cuestionan este proceso respecto a la etapa vital y el mejor momento para la transición: “en ese entonces, tenía 14 años…y ahí mis padres no quisieron, y yo creo que tampoco estaba preparado para venir…no era el momento…además, era muy pequeño y no podía” (Oscar). Respecto a la salida del hogar familiar, los relatos dan cuenta de un proceso abrupto y repentino: “fue todo de una, había venido de hacer vacaciones y me escribió el entrenador un jueves, con la idea de probarme en un club, me puse contento, el viernes me confirmó que si conseguía un boleto iba y el domingo tuve que salir…no conocía nada Montevideo, me quedaba en una residencia de mi hermana, bastante incómodo, me sentía presionado, me sentía solo” (Obdulio). Concretado el desplazamiento a la nueva ciudad, el impacto en la etapa de adaptación cultural aguda se evidencia en muchos niveles, estos relatos se inscriben en la narrativa de “Y de repente todo cambió”. Desde el punto de vista deportivo requiere adaptarse a nuevas modalidades de entrenamiento: “empecé a bajar mi rendimiento porque estoy extrañando” (Alberto). La tarea de buscar una nueva institución educativa es asumida por las familias quienes, sin conocer el lugar al que sus hijos se trasladan, afrontan las dificultades de procurar la continuidad educativa. En algunos casos esto no se logra, quedando los adolescentes sin la posibilidad de estudiar: “el club quedó que se encargaba de todo… eso también me prometieron y hasta ahora no he empezado a estudiar, conseguí un lugar en una institución educativa, pero era en horario de la tarde y no puedo entrenar” (Juan Carlos), evidenciando la falta de acompañamientos concretos para promover la carrera dual. A nivel psicosocial el impacto del desplazamiento es vivenciado en los cambios que provoca en la vida cotidiana, el subtema “Lejos de casa…¿y ahora quién?” integra los relatos que dan cuenta de la necesidad de construir nuevas redes de apoyo y la dificultad que eso genera: “la gente en Montevideo es diferente a la del interior, ya que acá son más antisociales para mí…acá tuve que aprender a cocinar, allá mi madre hacía todo y era una comodidad y yo ya estaba acostumbrado y no me daba cuenta de que estaba acostumbrado” (Oscar). El desplazamiento impacta en la red de apoyo, dejar a los amigos en una etapa en la que el vínculo entre pares es esencial: “los amigos y todo, las amigas, vos estás ahí acostado, abrís el teléfono y te fijas una foto que están todos en la playa tomando mate, el río…y vos acá recién viniendo de entrenar acostado y aburrido porque ¿para dónde vas a agarrar? y eso es lo que más cuesta” (Eusebio). A la vez, aparecen los compañeros del nuevo club al que se integran, que en algunos casos se reconocen como personas que sostienen el proceso: “el primer día me llamó la atención porque la gente de categorías más grandes me saludó, me preguntaron de dónde era, me sentí cómodo porque sabía que me iban a apoyar, me iban a saludar, no como en otros clubes” (Roque). La etapa de desplazamiento es concurrente con la etapa de las primeras parejas y relaciones sexuales, aspectos que tienen también su impacto emocional, porque muchas veces al migrar han dejado relaciones en su lugar de origen, o porque surgen otras en el lugar donde se trasladan: “la anterior novia que yo tuve… me estuvo hablando, me decía que no me vaya, que no iba a llegar a nada y ta… tuve que dejar la relación, para venirme a Montevideo” (Roque). Respecto a las redes de apoyo, en los relatos de los jugadores aparecen las madres y las abuelas con una fuerte presencia en los inicios del deporte, brindando cuidado y sostén emocional, muchas veces tomando decisiones relacionadas con el fútbol, impactando en la vida de estos adolescentes. Durante la migración hay situaciones en las que las madres se trasladan con ellos para acompañar este proceso, trabajando en la nueva ciudad para apoyar la transición: “y ahí mi madre se vino a vivir acá y yo siento que si mi madre no hubiera venido sería mucho más difícil, porque quieras o no…madre es madre” (Alberto). Los padres acompañan (o no) desde el comienzo de la actividad deportiva, de los 10 jugadores entrevistados, cinco están solo con sus madres. Algunos padres y hermanos mayores aparecen como modelos a seguir por haber sido jugadores de fútbol y son relevantes también en la transición: “mi papá siempre va a estar detrás de mí, si me quiero quedar me quedo y si me quiero ir nos vamos, siempre busca mi comodidad, le da lo mismo que vaya a jugar mientras yo me sienta cómodo” (Eusebio). En la migración los hermanos y hermanas que viven en Montevideo son figuras de contención y apoyo para estos jóvenes. En esta etapa de desplazamiento hay una figura que empieza a adquirir mayor presencia que son los representantes o contratistas. En muchos casos son quienes promueven la migración, en otros son quienes están dando apoyo económico para este proceso: “me hizo la del 30, eso de prometer cosas... me habían dicho que me iba a vivir solo con mi madre y terminó yendo mi madre a la casita del club como con 10 adolescentes más y ella tenía que trabajar… no era lo que teníamos conversado” (Juan Carlos). Los entrenadores e integrantes de los clubes de origen de estos jóvenes están también muchas veces siendo parte de las decisiones al momento de migrar. Surgen además las figuras de los nuevos entrenadores que, en ausencia de las familias, pasan a ocupar un lugar de mayor relevancia en la vida cotidiana de los jóvenes. Es notoria la ausencia de apoyo y sostén técnico profesional de profesionales de la asistencia de carrera y de la salud que puedan trabajar para acompañar y sensibilizar con relación a estos procesos: “fuera del técnico que es el que habla con nosotros, no hay alguien que nos pare a hablar un rato de cómo estamos, no es muy común” (Eusebio). En el tercer tema “El fútbol como centro de todo” se integran aspectos que contemplan el desarrollo de la identidad de estos jóvenes siendo el fútbol un fenómeno que transversaliza esta identidad desde edades muy tempranas: “todo el tiempo era jugar al fútbol, armábamos pelotitas de papel y cinta para jugar fútbol, los profesores me decían que me tome un tiempito sin jugar fútbol y yo les decía que si yo no jugaba al fútbol no iba a ser nadie, siempre tenía eso en la mente desde niño y quedé con eso” (Alcides). El lugar que ocupa el fútbol en la vida de esos jóvenes es una construcción cultural que se refleja en la narrativa de “Es más que fútbol…”. En ese contexto aparecen significados como el fútbol “salvador” atribuyéndole un lugar “idealizado” a partir de los beneficios económicos y de reconocimiento social que posibilita. En algunos casos se manifiesta el sueño del jugador de fútbol que va a sacar al joven, y muchas veces a la familia, de situaciones de precariedad económica y vulneración social. Jugar al fútbol surge como opción para alejarse incluso de la delincuencia: “uno solo sigue siendo mi amigo, los otros se dedicaron a otras cosas, se fueron más para el tema del barrio, se dedicaron a robar y mi madre nunca me dejó que fuera para ese lado, cuando ella se dio cuenta me iba a buscar a los entrenamientos, yo le decía que mi lado no era ese” (Alberto). Así como aparece esta dimensión del fútbol “salvador”, surgen relatos de procesos vivenciados como desiguales, siendo esta desigualdad producto de la posición socioeconómica de la que el joven y su familia provienen: “…el padre era presidente del fútbol infantil y el hijo era arquero y competía conmigo…cuando el niño quería entrar el padre lo llamaba al técnico y le daba plata y me sentí mal porque eso no se hace” (Roque). La desigualdad también se refleja en las dificultades laborales de los entornos de origen: “como allá en mi ciudad no hay trabajo…lo único que me importaba era llegar acá y quedarme acá… y hasta que sea jugador profesional, como me dijo mi madre, que no me vaya…y yo siempre voy a tener eso en mente” (Alcides). Se refleja además en las dificultades de avanzar en el desarrollo deportivo en algunos lugares de origen: “si no conseguía venir ahora, después se hacía mucho más difícil porque los jugadores del club de categorías más grandes vienen de años ya con una formación, no vienen tantos jugadores nuevos…creo que voy a seguir aguantando porque ¿si no es acá donde va a ser? ...allá no hay nada de fútbol, allá es solo fútbol para los niños pequeños” (Alberto). Lo espiritual, lo religioso y lo mercantil se entrecruzan en los relatos alimentando los sacrificios de estos jóvenes para transitar estos caminos en desigualdad de condiciones, sostenidos por un entorno que vive con ellos este sueño a ser alcanzado, “no soy solo…soy con ellos” es el subtema que refleja la construcción que desde los inicios se va dando en estos jóvenes. En los comienzos la familia sostiene el proceso de los adolescentes, pero la migración parece también pautar un cambio de roles en quién sostiene a quién: “estar bien más adelante en el futuro, y bueno si Dios quiere, quiero llevar a mi madre para allá y estar bien con ella” (Obdulio). Y así estos jóvenes van construyendo su identidad alrededor del fútbol, y en la medida que van transitando estos caminos desde edades tempranas, van dejando poco lugar a otras posibilidades respecto a su proyecto de vida: “yo dependo del fútbol, mi estado emocional, ayer jugué horrible, había tenido un mal día y jugué horrible y estaba enojado con todo, empecé a golpear las cosas también” (Matías), “nunca me planteaba segunda opción, era jugar al fútbol o jugar al fútbol” (Eusebio). ¿Y si no fuera jugador de fútbol? pasa a ser la pregunta “temida”, lo que nadie quiere escuchar y, por tanto, poco se habla, poco se trabaja y poco se integra al proyecto de vida. Sin embargo, los datos de investigaciones previas indican que son jóvenes que en su mayoría no van a lograr llegar a jugar en primera división profesional: “sinceramente no sé, nunca lo planeé, no sé qué sería si no fuera jugador de fútbol… a mí hasta en los momentos malos me sacó, yo estaba mal y me iba a jugar al fútbol, pero no sé qué hubiera hecho si no hubiese jugado al fútbol” (Obdulio). A pesar de no percibir muchas veces el apoyo de los entornos para el desarrollo de la carrera dual, estos adolescentes le dan valor a la formación académica: “ayuda bastante a ser más inteligente, cosas que aprendes en el sistema educativo después las podés usar en el fútbol…en el futbol tenés que ser inteligente, tienes que tener cabeza rápida para jugar, y estudiar te ayuda en eso, te hace más inteligente” (Juan Carlos). Para comprender la migración en edades tempranas en el fútbol uruguayo es necesario explorar los inicios en el deporte y cómo este se ha integrado en la vida de los niños y sus familias. La cultura del fútbol en Uruguay atraviesa y sostiene esos inicios en edades muy tempranas e impregna las historias con vivencias de ganar y perder que se van conjugando como prioridad desde los comienzos. En este marco, el fútbol infantil se configura como una de las experiencias deportivas y sociales más significativas en la niñez, trascendiendo lo meramente deportivo para consolidarse como un ritual colectivo y comunitario, que oficia como parte central de la socialización. Sin embargo, la iniciación deportiva en el fútbol expone tempranamente a los niños a lógicas profesionalizantes, donde el objetivo aparece direccionado hacia una única meta: “llegar al profesionalismo”. Estas características del fútbol infantil en Uruguay han sido señaladas en aportes como los de Benítez et al. (2021) quienes plantean que desde los inicios los niños son formados en una dinámica que actúa como antesala al fútbol profesional. Por su parte, Cáceres (2019) considera que la dinámica del fútbol infantil uruguayo además de promover altos niveles de exigencia y competitividad requiere una reestructuración familiar en términos de tiempo, logística y economía, dado que es la familia quien introduce tempranamente al niño en la cultura futbolística y sostiene sus procesos de participación. Los relatos de los jóvenes muestran que la cultura del sacrificio también está presente en edades tempranas, imponiendo dificultades de traslados a otros pueblos y ciudades para integrarse al fútbol. Estas verdades subjetivas que se van imponiendo desde los inicios del deporte respecto a la importancia del resultado se sostienen desde las concepciones de los adultos referentes que rodean a los niños en el deporte, se materializan en los reglamentos y normas y se mantienen en el tiempo como la realidad que sostiene el desarrollo del fútbol en el país. Las vivencias respecto al fútbol infantil coinciden con otros estudios realizados en el país, en los que se plantea que la participación en el fútbol masculino es una “ventana” al mundo, por lo que miles de niños y adolescentes buscan ser parte de este, inundando las canchas de fútbol infantil y formativo en todo el país, transformándose en un entorno de competencia y riesgo de mercantilización (Benítez, 2020; Casartelli, 2021). A medida que avanza el desarrollo en este deporte, la migración se impone como objetivo a ser alcanzado y como única alternativa de continuidad. Según indica Steffano (2012) respecto al fútbol, este forma parte de la cultura uruguaya, y desde los inicios, los jugadores son impulsados a asumir la migración como posibilidad de alcanzar el desarrollo al profesionalismo y como parte del proyecto de vida. Como se relata en las entrevistas, este proyecto de vida se comenzó a construir mucho tiempo antes de la actual migración, incluso con experiencias previas “fallidas” de irse a un club de la capital. Estas vivencias se significan como preparatorias para la transición actual y van ubicando la migración como experiencia necesaria en el camino del profesionalismo. En este contexto, y sin normativas que sostengan los procesos de migración interna, estos se producen a cualquier edad, incluso en etapas tempranas del desarrollo, planteando la necesidad de una mirada desde una perspectiva de derechos humanos. De León (2021) ha planteado que emigrar en edad temprana atenta contra el derecho de los niños y adolescentes de crecer en sus hogares familiares, y la complejidad entre los compromisos asumidos por estos adolescentes se inscriben en una línea muy delgada con el trabajo infantil. Estudios realizados en Brasil advierten acerca de esta circulación de jóvenes en el fútbol por diferentes ciudades con el objetivo de llegar al profesionalismo, proceso que dificulta entre otras, la posibilidad de conciliar la formación deportiva y educativa, siendo muy pocos los que alcanzan a firmar un contrato profesional (Rigo et al., 2018). La narrativa afianzada de la migración como única alternativa “naturaliza” el proceso limitando la preparación de los adolescentes, lo que deriva en transiciones abruptas y repentinas vivenciadas y relatadas por los jóvenes de esta manera. Considerando que los procesos de migración son parte de la cultura e incluso de los objetivos que se plantean alcanzar los jóvenes jugadores, el vacío que se relata respecto a la preparación previa es algo que debería trabajarse desde una perspectiva preventiva, ya que la migración en el fútbol juvenil masculino uruguayo se configura como una transición que puede conceptualizarse como predecible y holística (Torregrossa y Gepe Team, 2022). Concretado el desplazamiento a la nueva ciudad, el impacto en la etapa de adaptación cultural aguda se da a todo nivel, deportivo, académico-vocacional y psicosocial, ya que el desplazamiento provoca una concurrencia en las transiciones. Junto al cambio de ciudad y de club, a la adaptación a nuevos entrenamientos, se produce además el cambio de institución educativa, dificultades asumidas por las familias, muchas veces sin lograr la continuidad educativa. Estudios como el de Rocha et al. (2011) y el de Rigo et al. (2018) a través de sus resultados transmiten la dificultad de compaginar el fútbol con la continuidad educativa, lo que deriva en establecer como prioridad el fútbol y, cuando a esto se suma el traslado a una nueva ciudad, el impacto es aún mayor. Así como en la etapa de iniciación, durante la transición y en el proceso de salida del hogar familiar, las figuras femeninas de referencia aparecen como sostén emocional, incluso en algunos casos trasladándose a la nueva ciudad, teniendo un impacto también en su proyecto de vida. La relevancia de la familia en estos procesos ha sido destacada por Marques et al. (2022), siendo la familia la red que sostiene la migración, a lo que agregan la relevancia de los clubes de acogida especialmente cuando se trata de jóvenes en situación de vulnerabilidad socioeconómica. Esto es un aspecto por considerar, ya que las casas de los clubes son los lugares más habituales para los jóvenes que no tienen posibilidades de un alojamiento particular brindado por la familia, como es la situación de muchos de los jóvenes entrevistados. Los relatos dan cuenta de situaciones de desigualdad dadas a partir de los lugares de procedencia, del contexto familiar, de la situación socioeconómica de origen. Marques (2024) plantea que, en Brasil, la migración de deportistas es un fenómeno social estructurado por la desigualdad socioeconómica del país, y los contextos de cada región condicionan las posibilidades de desarrollo deportivo, lo que se refleja también en la situación de Uruguay a partir de los relatos de esos jóvenes. La adolescencia es un momento clave en la construcción identitaria, identidad que se va conformando a través del deporte casi desde el momento que pisan por primera vez una cancha de fútbol infantil. La migración para continuar su desarrollo deportivo es una elección que condiciona su proyecto de vida y que puede provocar una ruptura en los significados, por lo que es importante sostener estos procesos para que puedan resolverse de manera adaptativa (Ryba et al., 2016). Junto a esto, teniendo en cuenta la perspectiva cultural en la construcción identitaria (Hall, 1990; Ronkainen et al., 2016) las narrativas de los entornos de desarrollo del fútbol infantil y juvenil descritos anteriormente, parecen ser condición que promueve tempranamente la construcción identitaria en torno a “ser jugador de fútbol”. Cuando esa construcción se produce desde una perspectiva unidimensional, la pregunta de “¿y si no fuera jugador de fútbol?”, pasa a ser temida, en tanto no se construyen posibilidades alternativas. En los relatos de los jóvenes, las opciones frente a esta pregunta son secundarias frente al peso que tiene el ser jugador de fútbol y parecen inscribirse bajo el peso de lo que “no pudo ser”. ¿Se puede decir que el joven es quien decide este proyecto de vida?, considerando lo analizado respecto a las narrativas, significados, entornos, expectativas y decisiones tempranas, parece que este proyecto fuera construido desde esos espacios, quedando el joven en medio de decisiones poco autónomas. ¿Qué pasa si un joven que es detectado con “talento” no quiere continuar en este proceso?, ¿es respetado o persuadido a seguir? La posibilidad de desarrollar la carrera dual no supone únicamente la continuidad educativa, sino el desarrollo de una identidad multidimensional (Jordana et al., 2017), lo que se contextualiza en los entornos como promotores o no de esta posibilidad. Como se ha destacado en otros estudios, si bien en Uruguay hay acciones respecto a asistencia de carreras y legislación, es necesario fortalecer las redes para sostener la continuidad educativa y deportiva en forma concurrente (Vique-Bonino et al., 2024). La revisión realizada por Pires et al. (2024) sobre conciliación de deporte y educación en Brasil muestra que cuando se trata de deportistas de bajos recursos económicos se prioriza el desarrollo deportivo sobre el escolar. La migración resulta un obstáculo para la compaginación de deporte y educación, particularmente cuando se trata de adolescentes en condiciones de vulnerabilidad socioeconómica. Considerando estos aportes y los relatos de los jóvenes resulta necesario que el proceso de construcción de la carrera dual se trabaje tempranamente y de forma preventiva. Cuando llegan al momento de migrar a un club de la capital, el proyecto de vida ya se encuentra condicionado por el fútbol y lo que suceda a partir de ahí si no es fútbol parece ser significado como fracaso. Desde la perspectiva de las transiciones de Schlossberg (1981), el no alcanzar el sueño de ser profesional puede definirse como un “no – evento”, ya que se trata de un evento que se esperaba que ocurriera y la no concreción tiene un impacto en la vida en este caso del joven. Estudios como el de Zamora en Sole et al. (2024) proporcionan una revisión profunda acerca de los “no – eventos”, mostrando la relevancia de proponer narrativas alternativas que contribuyan a transformar la vivencia de fracaso. Los antecedentes en el tema en diálogo con los relatos de este estudio dan cuenta de la importancia del acompañamiento técnico y profesional desde la etapa del fútbol infantil, la necesidad de trabajar los entornos para desnaturalizar las narrativas que sostienen relatos respecto al “fútbol salvador” y comprender los procesos de vida que cada joven debería poder elegir. Este estudio ha explorado los procesos de migración interna en jugadores de fútbol en etapas formativas. Los relatos acerca de los inicios en el deporte, el reconocimiento de las redes de apoyo y la construcción de la identidad en torno al fútbol, han permitido reconocer las narrativas que sostienen la migración como única alternativa para alcanzar el sueño de ser profesionales. En los relatos se observa que migrar para alcanzar el sueño es referido por los entornos e integrado por los jóvenes jugadores como una posibilidad. Pero en lo concreto, poco se acompaña ese desarrollo, ya que los jóvenes migran “como pueden” sin una preparación necesaria y sin el respaldo que garantice la continuidad educativa, a pesar de ser este un derecho de los adolescentes. La cultura del sacrificio se construye desde edades tempranas y la red de apoyo de estos jóvenes es la familia, aún en la distancia, lo que da cuenta de la importancia de trabajar en la información y apoyo a las mismas para que esto pueda derivar en mejores condiciones para las transiciones. Los relatos de los jóvenes dan cuenta de desigualdades en los procesos, el sistema que rodea al fútbol, junto a las condiciones socioeconómicas de la población hace que las condiciones que sostienen esos procesos de desarrollo no sean las mismas para todos, lo que lleva a pensar si no estamos frente a un entorno que, en las características actuales, reproduce condiciones de vulneración social. Las narrativas que sostienen las condiciones de profesionalización y migración temprana en el fútbol uruguayo se presentan en muchos casos como contradictorias y muchas veces ambivalentes. Por un lado, se habla de la continuidad educativa, pero por otro algunos jóvenes dejan el sistema educativo en el proceso de migración, de los 10 adolescentes entrevistados, dos quedaron sin integrarse al sistema educativo por la dificultad de migrar. El fútbol se vive como un deporte popular y accesible, sin embargo, los relatos dan cuenta de desigualdades en los procesos de desarrollo que se agravan según la condición socioeconómica de origen. Es necesario sensibilizar a los entornos deportivos y educativos respecto al cuidado de estos procesos, reconociendo el impacto que los mismos tienen o pueden tener a futuro en el bienestar de estos jóvenes. Profundizar en la necesidad de proporcionar narrativas alternativas que integren como un evento posible la opción de no llegar al profesionalismo. Esto favorecería la construcción de un proyecto de vida flexible y alcanzable para la mayoría de los jóvenes que transitan por este deporte. Es esencial desarrollar estrategias de cuidado para sostener el desarrollo de tantos niños y adolescentes que transitan por este deporte. Esto supone la integración de reglamentos y normas que regulen los momentos adecuados para emigrar, teniendo en cuenta los contextos de procedencia. También resulta curcial implementar programas de acompañamiento para estos procesos. En cuanto a líneas de investigación futuras, tomando en cuenta la complejidad del fenómeno y los antecedentes regionales, parece relevante profundizar en las condiciones de los entornos, familia, clubes de acogida, instituciones educativas, y las narrativas que desde allí se sostienen con respecto a las posibilidades de alcanzar el profesionalismo a partir de la migración interna, y la alternativa de compaginar el deporte y la educación. Este estudio que integra las voces de los jugadores contribuye a sensibilizar respecto a las vivencias de muchos jóvenes deportistas, así como identificar vacíos que pueden ser trabajados si se consolida una red que sostenga estas transiciones. Los hallazgos se pueden considerar como antecedentes para el diseño de estrategias preventivas a ser implementadas desde etapas tempranas del desarrollo deportivo. Así también, sugieren la necesidad de ampliar las miradas desde la Psicología y las Ciencias del Deporte a los entornos, y a las posibilidades de trabajar para generar nuevas narrativas que ayuden a sostener desarrollos en bienestar, ampliando las posibilidades de estos jóvenes en la construcción de sus proyectos de vida. En este sentido, se requieren acciones de sensibilización dirigidas a familias y referentes de clubes tanto en fútbol infantil como en la etapa formativa, que permitan ahondar en las consecuencias de la migración temprana en el desarrollo de los adolescentes. Se considera necesario además integrar acciones de formación a profesionales de la psicología con el fin de integrar en sus funciones el acompañamiento de la carrera deportiva y el trabajo desde una perspectiva cultural y crítica del deporte. Por último, a partir de este estudio es posible fortalecer el diálogo interdisciplinario e interinstitucional para el desarrollo articulado de políticas gubernamentales que garanticen el cuidado de los procesos que transitan los niños y adolescentes en el fútbol uruguayo y el derecho a la educación. Agradecimientos Agradecemos a los adolescentes participantes de este estudio por su amabilidad y dedicación. A la Lic. en Psicología Pilar Cristaldo del CENUR LN, por el apoyo en la revisión de este manuscrito. Para citar este artículo: Vique-Bonino, F., Curione-Bulla, K., Pena-Perg, D. y Torregrossa-Alvarez, M. (2025). ¿Cómo vine a parar acá? Migración interna, profesionalización temprana y desigualdades en el fútbol uruguayo. Revista de Psicología Aplicada al Deporte y al Ejercicio Físico, 10(2), Artículo e11. https://doi.org/10.5093/rpadef2025a11 Financiación Este trabajo se ha realizado en parte gracias a la financiación del proyecto ID 22520220100409UD de la Comisión Sectorial de Investigación Científica (CSIC) de la Universidad de la República de Uruguay. Referencias |
Para citar este artÃculo: Vique-Bonino, F., Curione-Bulla, K., Pena-Perg, D. y Torregrossa-Álvarez, M. (2025). ¿Cómo vine a parar acá? Migración interna, profesionalización temprana y desigualdades en el fútbol uruguayo. Revista de PsicologÃa Aplicada al Deporte y el Ejercicio FÃsico, 10(2), ArtÃculo e11. https://doi.org/10.5093/rpadef2025a11
La correspondencia sobre este artículo debe enviarse a Flavia Vique-Bonino. E-mail: flavia.vique@litoralnorte.udelar.edu.uyCopyright © 2025. Colegio Oficial de la Psicología de Madrid