
Hace cuatro años, el escritor Steven Pinker publicó “The Sense of Style: The Thinking Person’s Guide to Writing in the 21st Century”[1]. El psicólogo más popular en la actualidad le concedió tanta importancia a la divulgación de la Psicología como para escribir un libro entero sobre el tema. Su motivación fue la preocupación por nuestra pasividad ante un fenómeno preocupante. Pinker ha dedicado muchas páginas a la forma en la que trasmitimos los psicólogos nuestros mensajes. Como cualquier analista de la mente humana, entiende que las narrativas que usamos para difundir los conocimientos que aporta la Psicología cambian el impacto de nuestros escritos (suya es la frase: “La ficción es la tecnología de la empatía”) Y observa con preocupación como otras personas, a las que preocupa menos la labor social de nuestra profesión, se han adueñado de los medios de comunicación.
Si buscamos en Internet textos o audiovisuales sobre determinados problemas de salud mental encontraremos miles de posibles referencias. La mayoría de ellas estará escrita por personas ajenas a nuestra profesión. Y lo mismo ocurrirá si tratamos de bucear en la red introduciendo palabras relacionadas con estados mentales, sexualidad, sentimientos, relaciones y vínculos afectivos, procesos mentales, drogas o motivación.
Hay muy pocos psicólogos haciendo divulgación sobre nuestra propia temática. Y es un fenómeno preocupante porque se trata de asuntos muy sensibles. Son los temas más demandados por el público y los que más impacto tienen en el lector. Cuando alguien busca, por ejemplo, la palabra “depresión”, suele estar motivado por algo más que la simple curiosidad. El enfoque saludable y el rigor de la información que encuentre puede cambiar su vida.
“Hay una selección natural de metáforas, imágenes, analogías y anécdotas. Se puede llegar casi a cualquier parte si se camina por un sendero bien pavimentado que el público pueda recorrer” decía Carl Sagan, otro de los grandes divulgadores de nuestro tiempo. Los psicólogos disponemos de esa paleta de recursos narrativos porque nuestra labor incluye siempre la comunicación. Iniciativas como este blog y el curso Comunicar en Psicología que realizamos en el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid junto con las numerosas intervenciones de los/as psicólogos/as divulgadores pretenden ayudar a mezclar esos elementos y crear una forma característica de divulgar. Como profesionales de nuestra materia, sabemos que para ser agentes de salud tenemos que mantener el interés de los lectores sin caer en el amarillismo. Y también conocemos la importancia de trasmitir narrativas que fomenten el control interno, pero no vendan omnipotencia. La Psicología parte de la vocación de servicio. Y ésa es una buena razón para que seamos nosotros los que divulguemos estos conocimientos: podemos echar una mano a la sociedad trasmitiendo lo que sabemos de una forma sana.
[1] https://www.amazon.es/Sense-Style-Steven-Pinker/dp/0143127799
No sabia que tambien contabamos con un blog de psicologia del colegio!
me voy a poner las pilas sobre todo!