¿Qué hacer con los libros y revistas de Psicología que ya no usamos?

A lo largo de toda una vida es normal que un profesional vaya acumulando libros, revistas y documentos: copias de artículos, capítulos de libros, actas de congresos, etc.  Puede haber ciertas ocasiones en las que el incremento de dichos materiales puede salirse de lo normal, por ejemplo si se realizan cursos de doctorado o máster,  si se prepara una oposición, si se amplía o cambia la actividad profesional.

Pero llega un momento en que la actividad profesional cesa o se reduce, por ejemplo cuando uno se jubila. Ese ha sido mi caso el pasado año 2018. Yo pertenezco a la promoción que salió de Somosaguas (Universidad Complutense), en 1973, luego en 2018 llevaba 45 años de ejercicio profesional,  tiempo suficiente como para haber acumulado una gran cantidad de libros, revistas y documentos psicológicos.

 

Dejar en herencia o planificar la desaparición gradual

Como es lógico, puede que algunos de vosotros tengáis hijos, sobrinos u otros familiares o amigos que se puedan hacer cargo de vuestra biblioteca cuando fallezcáis o incluso antes. No es mi caso, no tengo a quien dejar en herencia todo este material, por el contrario lo que les dejaría a mis herederos sería un verdadero engorro, por lo que mi objetivo es ir encontrando una salida gradual.

En esa perspectiva de gradualidad decidí comenzar por buscar una salida a las revistas ya que no poseo una gran cantidad de ellas en papel, y hace tiempo que opté por recibirlas en formato electrónico.

En concreto, opté por intentar donar la colección que poseo de la Revista de Psicología General y Aplicada, lo que supone ejemplares de los años 1979 a 1984 y de 1995 a 2008.  La fuí ofreciendo a la biblioteca de la UNED,  que contestó que poseía la colección completa de esa revista y que por ello no le interesaba, a la de la Universidad Autónoma de Madrid,  que me contestó en términos similares, y a la de Universidad Complutense, que me contestó que sólo estaban interesados en los ejemplares correspondientes a los años 2007 y 2008.

No parece que obtuviera un gran éxito, y eso que no pretendía ganar nada, sólo no gastar (si hubiera que enviarlas por transportista).  Así que ahí siguen ocupando espacio en una estantería.

Además de esa revista, también  poseo ejemplares de Apuntes de Psicología, los volúmenes correspondientes a los años 1998 a 2009, de la Revista de Psicología del Trabajo y Organizaciones, años 1985 a 2007,  y números sueltos de Análisis y Modificación de Conducta,  y Estudios  de Psicología.

Alguien podrá decirme que es pronto para tirar la toalla, que en este momento hay en España 57 Universidades que ofertan estudios de grado en psicología,  30 públicas y 27 privadas, y que sólo me he dirigido a 3 Universidades Públicas por lo que aún me queda recorrido.

 

¿Cuántos libros son? ¿Cuál es su valor en inventario?

Es posible que algunos o muchos de vosotros tengáis un inventario de vuestra biblioteca. No es mi caso. Ni siquiera sé a ciencia cierta cuantas pesetas/euros me he gastado en comprar libros. Sin embargo, si dispongo de una información parcial, ya que de 1998 a 2007 fuí anotando los libros que me compraba, y su precio, ya que durante esos años aproveché que participé en reuniones y eventos un muchos países de la Unión Europea para comprar libros profesionales en inglés, francés o italiano.

En ese período de 10 años, me gasté, quiero decir invertí 3.455 € en libros profesionales, lo que equivale a un promedio de 345 €  por año. Si extrapolara esa cantidad promedio a mis 45 años de actividad profesional saldría una cantidad total de 15.525 € o lo que es lo mismo 2.583.142,65 pesetas.  Pero no creo que esa cifra sea extrapolable, por lo que no tengo ni idea de cuánto me he gastado o invertido en libros a lo largo de esos 45 años.

Por lo anterior,   parece sensato intentar recuperar parte de ese gasto mediante la venta de los libros para los que encuentre comprador.  Por lo que he indagado hay varias opcionesAmazon, eBay, Wallapop y la Casa del Libro.

No he utilizado ninguna de las cuatro por el momento, parece que Amazon y la Casa del Libro son webs más específicas para libros, mientras que eBay y Wallapop se utilizan para vender todo tipo de cosas, entre las cuales libros.

Documentación: ¿de cuántos artículos hablamos?

Si no tenía un inventario de los libros, mucho menos de los artículos de revistas, pero si sé que son muchos.

En mi caso, los artículos impresos los suelo guardar en fundas multitaladros que archivo en un archivador de 4 anillas con lomo de 60 mm. En la imagen de la izquierda hay un ejemplo. En un archivador pueden caber en torno a 34 artículos, a un promedio de 30 páginas a doble cara.

En una balda de estantería pueden entrar 14 archivadores, que por 34 artículos dan un total de 476 artículos por balda. Calculo, pues, que pueda tener un mínimo de 2.380 artículos impresos. La mayoría están en inglés y proceden de revistas, como por ejemplo: Journal of Applied Psychology, Personnel Psychology, American Psychologist, Annual Review of Psychology, Journal of Vocational Behavior, Journal of Personality and Social Psychology, entre otras.

No sé si os parecerán muchos o pocos, a título indicativo acabo de verificar que en 2017 se publicaron 70.157 artículos en las 1.144 revistas relacionadas con la psicología que se analizan en SCImago, que es un portal de evaluación de revistas basado en la información contenida en la base de datos SCOPUS (Elsevier).

Tener acceso, fuera del mundo académico, a las bases de datos en las que se encuentran los artículos en formato electrónico no sale gratis. A título indicativo, yo estoy suscrito desde hace varios años a la «APA Psynet Gold» que permite acceder en formato electrónico a todas las revistas y capítulos de libros editados por la American Psychological Association (APA), y la suscripción anual es de 299 dólares (262€).

Entiendo que dar salida a estos artículos va a ser muy complicado, y que hay una gran probabilidad que terminen  en la papelera, sin embargo en la selección de artículos que he impreso y de los que he leído bastantes, reside gran parte de lo que podríamos llamar mi capital intelectual, por lo que sentiría que no sirvieran para el aprendizaje de otros psicólogos.

Organizar una plaza del mercado: Feria del libro psicológico usado o de ocasión

Tras las reflexiones anteriores paso a realizar una propuesta para que el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid (COP_M) organice una Feria del Libro de Psicología de Ocasión (o usado):

  • Libro (revistas, documentos) usado. En una feria del libro estándar los vendedores suelen ser editoriales y librerías. En ésta los vendedores serían psicólogos colegiados «séniores» y los compradores otros psicólogos colegiados y estudiantes de Psicología (Grado, Máster, Doctorado).
  • ¿A qué llamo psicólogos colegiados séniores?  A aquéllos que lleven 25 años de colegiación, al menos. El COP-M comenzó su andadura en 1980 y en el 2005, a los 25 años el COP-M organizó el primer acto para festejar a aquellos colegiados que llevaban colegiados 25 años. Fué todo un éxito. Y posteriormente cada año se ha celebrado una nueva edición, siendo la último la del pasado 14/11/2018. En las 14 celebraciones organizadas hasta la fecha, se ha homenajeado a 3.340 colegiados. La foto corresponde  a la primera celebración.

  • Organizada por el COP-M. El Colegio sería el organizador, buscaría los espacios, se haría cargo de la difusión, del montaje de los puestos de venta, etc. El colegiado sénior que participara no pagaría nada por su participación como vendedor en la Feria, dado que éste sería un servicio que el COP-M ofrece a sus séniores.
  • Público comprador potencial. Además de los profesionales, habría que explorar el mercado potencial de los estudiantes de los diferentes niveles: Grado, Másteres, Doctorado. Quizás se podrían realizar dos experiencias pilotos en las Universidades Complutense y Autónoma de Madrid, tras acuerdos con los Decanatos correspondientes.
  • Público vendedor potencial. Como es lógico, antes de que el COP-M se ponga a organizar una Feria de estas características sería necesario hacer un estudio de viabilidad, en particular, sobre cuantos colegiados séniores estarían interesados en participar como vendedores en un mercado como el que estoy planteando aquí.
Si nada funciona poner en marcha el plan B : reciclaje

Poniéndome en lo peor, podría suceder que sólo pueda darle salida a una parte de las revistas, de los libros y de los documentos.  En ese caso, el plan B pasa por el reciclaje en un contenedor de papel.

Personalmente, viviría como un fracaso personal todo lo que tenga que tirar al contenedor de papel para su reciclaje. Pero no sería lo mismo tener que tirar un 90%  de mi biblioteca que un 10%, por lo que debo dedicar estos años a dar una salida válida a cuantas revistas, libros y documentos pueda.

Agradecería a aquellas personas que tengan experiencia exitosa en el uso de alguna de las plataformas web citadas: Amazon, Casa del Libro, eBay, Wallapop, o similares, que me hagan llegar el procedimiento operativo de funcionamiento, al correo adolfo.hernandez@gmail.com

Siempre es bueno aprender de aquéllos que ya han vivido la experiencia.

 

 

 

 

 

 

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Acerca de ADOLFO HERNÁNDEZ GORDILLO

Uno de los fundadores del Colegio Oficial de Psicólogos (COP). Primer Secretario y segundo Decano.

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3 comentarios en «¿Qué hacer con los libros y revistas de Psicología que ya no usamos?»

  1. Gracias al colega por la idea . La verdad entiendo lo que plantea, respecto su preocupación obvia, ética y humana a más del 100%. Y básicamente porque lo he vivido más de una vez. Soy nada menos que de la promoción de los setenta, así que mis vivencias con esto son ya repetitivas y de larga data.

    Pero en mi caso, la primera fórmula que utilicé la sigo aplicando y sin sobrecargas ni fisicas ni emocionales ( bueno…de estas últimas, incontables… ).

    Naturalmente, no obstante de mi cariño por ellos, las huellas de muchos momentos que siempre dejamos dentro , que sólo quien los ha usado los descifra,
    y los desvelos conocidos alrededor de esta situación. nunca ha sido fácil, pero imposible …nunca . Después de esa ‘primera vez’ es fluído mi proceder, aunque siempre hay duelo.

    * Ante todo, desde el minuto uno, nunca programé vender ( y lo hubiese necesitado).
    * He preferido siempre darlos en adopción; en otras palabras siempre elegir sitios o personas que realmente los aprecien .
    * he tenido más de un duelo con este tema por la sencilla razón que me ha tocado vivir en distintos sitios fuera de mi amado país. Por consiguiente no alcanzo a acumular todo en un mismo lugar.
    Y por consiguiente he tenido muchas mudanzas , incluso trasatlánticas. Así que cada que empacaba.., especialmente la primera vez era una encrucijada , pues sólo tenía clara una cosa: no sólo los libros , revistas , apuntes personales etc.. no se iban conmigo, sino que tampoco los podía abandonar.
    * Si se ha acumulado algo inconmensurable en un solo sitio como entiendo es su caso, la solución tiene que ser más difícil , pero nunca imposible ni menos dolorosa.

    Concretamente : las personas, lugares y organizaciones más genuinamente interesadas donde he ido dejando mis ‘preciados haberes’ , (luego de contactar amig@s o/y compañer@s de trabajo) , han sido:
    1) estudiantes de Psicología en primer orden (hay avidez por entrar en contacto con nosotr@s, como si fuésemos los dueños de la verdad ) ojo! y la Docencia no ha sido mi bandera.
    2) bibliotecas municipales y Centros Culturales públicos de pequeños pueblos o ciudades.
    3) los múltiples sitios de ciudades como Madrid ( incluso al exterior) donde podemos dejar o llevar ‘algún’ libro,
    y finalmente una anécdota vivida:
    4) en Bogotá, se suelen encontrar en el transporte público, libros varios para que te los lleves , y al final un ‘pequeño sello’ que dice : «PÀSALO».
    suerte y un saludo,
    Colegiada M-24701

  2. Magnífico planteamiento, yo propongo, además, otra idea para compartir tanto conocimiento.
    Un puesto en el COPM-Biblioteca donde podamos dejar libros que libremente ofrecemos y que los colegiados que quieran se lleven y, hasta vuelvan a traer, si quieren. Un intercambio activo y generoso entre colegiados. La única limitación para dejarlo es que haya espacio en la estantería.
    Teniendo en cuenta la estupenda acogida del sorteo de libros anual de la biblioteca para liberar espacio seguro que también es una buena idea de economía colaborativa.
    En Holanda, es habitual, en la entrada de las casas dejar en una estantería los libros que ofreces a cualquier transeunte.
    Saludos

  3. ¡Qué buena idea!
    Yo voy a cumplir 43 años de ejercicio profesional por lo que supongo que puedo considerarme senior (algo menos que Adolfo, pero por poco) y me parece estupendo poder contribuir con mis libros y materiales para que otras/os colegas se puedan beneficiar.
    A la orden con lo que disponga el Colegio

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