Si encontramos un comportamiento conflictivo hay que estar atentos a los signos y profundizar en los trastornos con profesionales, si vemos que la situación se nos va de las manos y no somos capaces de encauzar el conflicto con nuestro hijo o hija o alumno o alumna. Hay que determinar, por tanto, los factores de riesgo, para neutralizarlos. El problema de conducta muchas veces es la punta del iceberg, es lo que se ve, pero hay muchos conflictos subyacentes que también hay que determinar. Para ello, hay una serie de consejos para la prevención de estas situaciones conflictivas como son: