MEMORIA

In Mémoriam Jose M.ª Rueda Palenzuela


José M.ª Rueda Palenzuela falleció el pasado 6 de Agosto.

La consternación por la pérdida humana y profesional es general entre todos los profesionales que trabajamos en la psicología desde una perspectiva comunitaria, y en particular de todos los que trabajados en Servicios Sociales.

Efectivamente, José M.ª Rueda fue pionero y constante vanguardia del análisis y quehacer profesional en dichos ámbitos.

Aunque nació en Andalucía, emigró joven a Cataluña donde enseguida se integró en su cultura, su lengua y los ámbitos profesionales de la Psicología catalana, desde donde proyectó una gran influencia al resto del Estado.

Fue el primer Psicólogo contratado como Psicólogo Comunitario en el ámbito de los Servicios Sociales, desde donde hizo escuela principalmente en tres áreas: intervención comunitaria, infancia y, más recientemente, organizacional.

Su sólida y ecléctica formación, aunando las visiones comunitarias y sistémicas con las de la Psicología social crítica y análisis basados en principios marxistas, le permitían realizar más análisis y propuestas de intervención cuya globalidad y profundidad no tenían fácil parangón. Si a todo ello le añadimos su inclinación a debatir, por escrito o en intervenciones orales (como conferenciante o como parte integrante de la sala), nos encontramos con una personalidad que fue polémica, que se implicaba y posicionaba ante cualquier tema por conflictivo que fuese, y ante quien nadie podía quedar indiferente. En cualquier caso, se estuviera en mayor o menor medida de acuerdo con sus planteamientos, todo el mundo le reconocía su valentía, y un profundo conocimiento de los temas que abordaba. Todo ello hizo que se granjeara un gran respeto y reconocimiento profesional, plasmado en las innumerables solicitudes de colaboración que le llegaban y a las que cordialmente intentaba dar respuesta: publicaciones, intervenciones en Congresos y Jornadas, investigaciones, docencia en todo tipo de cursos de pre y postgrado.

Prestó sus servicios profesionales principalmente en las áreas de Servicios Sociales de diversas Corporaciones Locales: Ayuntamiento de Barcelona y Sant Adriá del Besos, así como en la Diputación de Barcelona. Desde una perspectiva interprofesional potenció, en todos los casos, el papel del Psicólogo en los Servicios Sociales comunitarios, siendo ya clásicos y puntos de referencia obligados varias de sus publicaciones que profundizaban sobre el rol del psicólogo en dicho nivel de atención.

Su implicación con la profesión le llevó a colaborar directamente con sus instituciones más representativas, siendo durante un periodo Vicedecano del Colegio Oficial de Cataluña, colaborando de forma permanente con el Colegio Oficial de Psicólogos de ámbito Estatal y con las de diversas Comunidades Autónomas.

Su compromiso con la interdisciplinaridad le llevó, por ejemplo, a colaborar activamente en la primera etapa del RTS, la prestigiosa revista que edita el Colegio Oficial de Asistentes Sociales y Trabajadores Sociales de Cataluña.

Sus aportaciones escritas son numerosas estando, lamentablemente, muchas en diversas actas de Congresos y Jornadas que no vieran la luz como publicaciones y en donde fue primero en debates de la praxis interventiva.

En cualquier caso su patrimonio escrito es importante por su contenido y número, siendo quizá una tarea de todos nosotros el realizar una tarea de rastreo y compilación.

En nuestra propia revista, Intervención Psicosocial, colaboró en su número uno de lanzamiento, con el artículo «La Intervención Psicosocial. El Psicólogo de la Comunidad», donde una vez más se comprobó su particular visión de la Psicología Comunitaria.

Por último, José M.ª Rueda estaba comprometido, en general con una Psicología Social aplicada que, ineludiblemente, se ve más articulada dentro de un contexto ideológico/ político, que debe conocerse de forma previa a cualquier diseño interventivo. Sus aportaciones nos dan importantes orientaciones sobre cómo profundizar en dicho conocimiento.

Dadas las características y amplitud de su obra, es imposible en estas breves líneas dar cuenta en el detalle y precisión que se merece la misma. En otro momento, y con más tiempo, todos los que aprendimos algo de él y disfrutamos leyéndole y escuchándole, estamos en cierta medida en deuda y emplazados a profundizar en su obra y glosar su figura con toda la profundidad que, sin duda, se merece. No cabe más que darle de forma póstuma las gracias por todo lo que nos ha aportado.