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Florencio Jiménez Burillo un referente de la Psicología Social
04/12/2020 | COMUNICACIÓN
Fallece el colegiado de Madrid y Académico Florencio Jiménez Burillo
Florencio Jiménez Burillo (Tomelloso, Ciudad Real, 1943), fue doctor en Filosofía, Licenciado en Ciencias Políticas, Sociología, y Psicología. Realizó distintas estancias en las Universidades de La Sorbona, Ann Arbor, La Jolla, y Princeton. En 1968 ingresó como profesor en la Universidad Complutense de Madrid, de la que fue catedrático de Psicología Social, Vicedecano, y Decano de la Facultad de Psicología, en la cual fue también director del departamento de Psicología Social.
Dirigió 22 tesis doctorales (cinco de ellas con premio extraordinario) y 23 Memorias de Licenciatura. Ha publicado más de 70 artículos y libros aparecidos en prestigiosas revistas y editoriales. Entre sus publicaciones, figuran un Manual de Psicología Social (UNED), “La Psicología Política: una contribución marxiana”, y “Sobre la fragmentación de la Razón”.
Florencio Jiménez Burillo fue colegiado del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid desde 1981 y desde el año 2015, era académico de la Academia de la Psicología de España.
Desde el Colegio el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid queremos manifestar nuestro reconocimiento y agradecimiento por la gran labor realizada a lo largo de su trayectoria profesional en favor del desarrollo de la Psicología en general y de la Psicología Social, en particular, así como trasladar nuestras más sentidas condolencias a toda su familia.
Necrológica de Florencio Jiménez Burillo
El profesor Florencio Jiménez Burillo ha sido una figura imprescindible en la Psicología española, maestro y referente sin duda para varias generaciones de alumnos y profesores, especialmente en el área de la Psicología social.
En el ámbito institucional, fue primero Vicedecano y en 1981 elegido Decano, el primer Decano electo, en la recién creada Facultad de Psicología de la U.C.M., desempeñando un importante papel en el progresivo desarrollo de la Facultad y de la propia Psicología.
Así, en la década de los ochenta participó activamente, a petición del consejo de Universidades, como Secretario del Grupo de Trabajo encargado de la Reforma de los Planes de Estudio de las Facultades de Psicología, Sociología, Ciencias de la Información y Trabajo Social. Y fue también durante varios años Presidente de la Comisión Nacional de Convalidación para Facultades Universitarias de Filosofía, Ciencias de la Educación y Psicología.
En el entorno académico, ingresó como profesor en la U.C.M. en 1968, y desde 1977 hasta su jubilación fue catedrático de Psicología social en la Facultad de Psicología de dicha Universidad, ocupando también durante varios años el cargo de Director del Departamento interfacultativo (Psicología/Sociología) de Psicología social. Era además miembro de número de la Academia de la Psicología de España.
Florencio Jiménez Burillo fue uno de los pioneros de la Psicología social en España, y también, al tiempo, introductor en nuestro país de diversos campos de estudio, como la Psicología jurídico-penal, la Psicología ambiental, Psicología política, etc.
Doctor en Filosofía, Licenciado en Ciencias Políticas y Sociología, y Diplomado en Psicología, tanto por su formación como por su talante personal fue siempre algo más filósofo que psicólogo. Un filósofo al que los avatares de la vida académica le condujeron a la Psicología, pero desde una enriquecedora formación de base filosófica y sociológica (tan necesaria como ausente en la Psicología dominante) de la que siempre hizo gala, y que en los últimos años amplió con un interés hacia las novedosas perspectivas neuropsicológicas.
Entre sus publicaciones cabe citar desde su pionero manual de “Psicología Social” a otros trabajos posteriores como “Notas sobre la fragmentación de la Razón”, “Sobre la incertidumbre”, su más reciente, y quizá premonitoria, densa y documentada reflexión “Del miedo a la muerte”, así como otras publicaciones o investigaciones de índole psico-socio-filosófica sobre un amplio abanico de temas: Psicología de las relaciones de Poder y Autoridad, El nazismo, Psicología y Utopía, Sociología del Conocimiento y de la Ciencia, La alienación, Psicología ambiental, Psicología jurídico-penal, Socialización política, Sociología del conocimiento, Psicosociología del comportamiento amoroso, Violencia y Marginación social, Perspectiva marxiana de la Psicología política, Darwinismo y ciencias sociales, etc. En sus análisis sobre estas variadas temáticas psicosociales trató a menudo de ofrecer una visión desde los diferentes niveles de análisis (biológico, psicológico, cultural, social) cuya necesidad siempre defendió.
Por lo demás, el profesor Jiménez Burillo fue también miembro del consejo de redacción de varias revistas científicas en el ámbito de las ciencias sociales, así como miembro de varias sociedades científicas de prestigio.
Pero aunque su actividad fue básicamente académica, ello no le impidió estar cercano a la realidad profesional de la Psicología. Colegiado desde 1981, colaboró en todas las iniciativas del Colegio de la Psicología de Madrid en que se le pidió su participación. Y como privilegiado observador de la evolución de la Psicología española, cuyo gran desarrollo resaltaba, no dejó de alertar críticamente sobre los peligros que en su opinión la acechaban, como su fragmentación o que terminara siendo un mero instrumento de control social.
Finalmente, en un ámbito más personal, fue un hombre culto en el amplio sentido de la palabra, capaz de compaginar sin mayor problema su pasión, a menudo teñida de erudición, hacia realidades aparentemente dispares, como las óperas de Mozart, el fútbol, la filosofía, o D. Quijote.
Lector irredento, gozaba de una lúcida sabiduría sobre las realidades de la vida (manchego al fin, como su admirado personaje cervantino) desde la que gustaba aportar su propia visión, no siempre políticamente correcta, que a menudo cuestionaba la de quien deseara escucharle.
Y aunque quizá resulta difícil la objetividad hacia un compañero de departamento en la Facultad durante más de cuarenta años, no creo faltar a la verdad al afirmar que se nos ha ido un ser humano singular e irrepetible, de los que no dejan indiferente a nadie. Una persona siempre leal, entrañable y cercana, amigo fiel de sus amigos, y afectuoso aunque a veces lo ocultara. Un gran conversador, controvertido en ocasiones, y amante de los debates donde mezclaba sabiamente la fina ironía con el rigor y la solidez de la argumentación más afilada. Una persona, al tiempo, honesta, parca en ambiciones, nada amiga de autocitas y aún menos de homenajes. Un ser humano, en fin, de los que dejan huella.
José Luis Sangrador García, profesor de la Facultad de Psicología de la U.C.M.
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