FORMACIÓN

En el ejercicio de la Psicología coaching la relación que se establece entre el Psicólogo/a coach y cliente requiere de una neutralidad y escucha generativa difícil de conseguir y de las que dependen, en gran medida, la calidad del servicio que el Psicólogo/a coach ofrece.

Es una relación en la que fácilmente el cliente se proyecta sobre el Psicólogo/a coach y, lo que es más importante, el Psicólogo/a coach puede proyectarse, a su vez, sobre el cliente.

Lo que trae el cliente puede resonar en el Psicólogo/a coach que puede verse afectado por una empatía ineficiente para la Psicología coaching e incluso contagiarse de su emocionalidad. Incluso, a veces, sufre, por ello, ansiedad, miedo e inseguridad que puede proyectar en la sesión de Psicología coaching.

Por ello, la supervisión es una práctica necesaria para poder dar las garantías de calidad adecuadas al proceso de acompañamiento.

Mediante las sesiones de supervisión, el Psicólogo/a coach revisa junto con colegas más seniors cómo afronta los procesos y cómo responde ante ellos.

Además, puede recibir mentoría que le permita ampliar su bagaje técnico, por lo que aumenta la calidad de su servicio.

En estas sesiones, además, se trabaja con una perspectiva de Psicología coaching de la que no proceden todos los/as psicólogos/as coaches y que enriquece extraordinariamente su competencia profesional.